Por qué los gatos tienen la respuesta a enfermedades degenerativas

Los gatos, al envejecer, muestran patrones cerebrales similares a los humanos. Esto podría ayudar a comprender de qué manera tratar enfermedades, por ejemplo, el Alzheimer.

29 de noviembre, 2024 | 10.00

A medida que los gatos envejecen, sus cerebros muestran patrones sorprendentemente similares a los que se observan en los seres humanos a lo largo de su vida. Este hallazgo despertó un gran interés en el ámbito de la neurociencia, ya que los felinos podrían tener la respuesta para comprender el envejecimiento humano y las enfermedades neurodegenerativas.

Un reciente estudio publicado en la prestigiosa revista Nature reveló que el envejecimiento cerebral de los gatos comparte varias características con el de los seres humanos, especialmente en lo que respecta a enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer

A medida que los felinos cumplen años, sus cerebros sufren cambios como la atrofia y la acumulación de proteínas mal plegadas, similares a las que se encuentran en los cerebros de personas mayores. Este descubrimiento es revelador, porque los gatos tienen cerebros mucho más complejos que los ratones, que hasta ahora eran el modelo más utilizado para estudiar estas enfermedades.

Esto los convierte en un modelo mucho más cercano al envejecimiento humano, lo que permite a los científicos obtener una visión más precisa de cómo se desarrollan estas enfermedades en los seres humanos. Así, el estudio de los cerebros de los gatos podría ofrecer una ventana única al envejecimiento de nuestra especie.

Qué es el proyecto "Translating Time" y cuál es su relevancia

La clave de este avance está en un proyecto científico estadounidense llamado Translating Time, que desde la década de 1990 compara el envejecimiento cerebral en más de 150 especies de mamíferos, incluidos los gatos. 

Esta investigación tiene como objetivo estudiar cómo el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas afectan al cerebro humano, y cómo estos procesos pueden ser prevenidos o tratados. 

Los datos recogidos en este proyecto muestran que los gatos, al igual que los humanos, desarrollan placas de proteínas en sus cerebros a medida que envejecen, lo que los convierte en modelos ideales para estudiar la progresión de enfermedades como el Alzheimer.

Al entender cómo envejecen los cerebros de estos felinos, los científicos podrían encontrar respuestas clave para el tratamiento de enfermedades como el Alzheimer y otras afecciones relacionadas con la edad.

Como parte del proyecto se espera que los avances en el estudio del cerebro de los gatos puedan llevar a tratamientos más efectivos para este tipo de enfermedades en humanos, mejorando así la calidad de vida de las personas mayores y ampliando las posibilidades de prevención y tratamiento.

El futuro de la investigación y los beneficios para los humanos

Si bien los gatos no son la única especie que puede ofrecer pistas sobre el envejecimiento cerebral humano, su longevidad y las similitudes en el deterioro cognitivo los convierten en una pieza fundamental en la investigación científica. 

De hecho, otro de los proyectos fundamentales en este campo es el Catage Project, una iniciativa que recopila datos sobre la salud cerebral de los gatos. 

Propietarios de gatos en todo el mundo envían información sobre las condiciones de salud de sus mascotas, lo que permite a los investigadores realizar análisis de escáneres cerebrales en gatos de diferentes edades. A partir de los resultados, se comprobó, por ejemplo, que los 15 años de vida de un gato equivalen a los 80 años de un humano. 

Por otro lado, los gatos podrían desempeñar un rol esencial no solo en los laboratorios, sino también en la vida diaria de las personas. Está demostrado que la interacción con nuestras mascotas, reduce el estrés, mejora el bienestar emocional y puede incluso tener efectos positivos sobre la salud cardiovascular. 

En este sentido, el cuidado de un gato no solo beneficia a la mascota, sino que también puede tener un impacto directo en la salud de su dueño, al contribuir a un envejecimiento más saludable.

Durante años, los ratones han sido el modelo estándar para estudiar el cerebro humano.