Si alguna vez te cruzaste con un gato de pelo naranja y te preguntaste por qué tienen ese color tan característico, no estás solo. Los gatos naranjas son, sin duda, una de las razas más populares y adoradas en todo el mundo. Pero, ¿qué hay detrás de ese color tan particular? ¿Es una cuestión de genética o hay algo más detrás de su pelaje brillante?
Un reciente estudio, publicado en la revista bioRxiv, logró desentrañar el misterio genético detrás del pelaje naranja en los felinos, aportando una nueva perspectiva sobre su biología.
La mutación en el gen Arhgap36
El hallazgo más relevante de los investigadores fue la identificación de una mutación genética en el gen Arhgap36, ubicado en el cromosoma X.
Este gen no afecta directamente la proteína que produce, pero influye en la cantidad de ARN que producen los melanocitos, las células responsables de la pigmentación de la piel y el pelaje. Lo que ocurre es que, gracias a esta mutación, los melanocitos producen pigmentos rojizos que dan como resultado el color naranja en el pelaje de los gatos.
Este estudio fue realizado en base al análisis genético de 188 gatos, además de un segundo estudio que revisó los genomas de 258 felinos de distintas partes del mundo. Los resultados fueron claros: la mutación en el gen Arhgap36 está directamente relacionada con la coloración anaranjada en los gatos.
La influencia del cromosoma X y sus diferencias de sexo
La mutación tiene implicaciones diferentes según el sexo del gato, lo que también explica la gran variedad en los patrones de pelaje. Los gatos machos, que tienen un solo cromosoma X (junto con un cromosoma Y), tienen una tonalidad de pelaje uniforme cuando portan esta mutación.
Por otro lado, las gatas hembras, que tienen dos cromosomas X, experimentan un fenómeno llamado "inactivación del X". Este proceso aleatorio hace que uno de los cromosomas X se apague, resultando en una coloración en mosaico, lo que es común en gatos calicós y carey, que tienen manchas de diferentes colores y tonos.
Este descubrimiento es especialmente importante porque permite comprender cómo una mutación en el cromosoma X puede generar patrones de color tan distintos entre los sexos, lo que refuerza la teoría de que el color del pelaje está estrechamente ligado a la genética de cada gato.
Una nueva vía molecular para el color rojo claro
Lo más fascinante de este estudio es que los científicos descubrieron que esta mutación también activa una vía molecular específica que impulsa a los melanocitos a producir pigmentos rojos.
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Este mecanismo ocurre de forma independiente al gen Mc1r, que es responsable de la coloración en la mayoría de los mamíferos. En otras palabras, los gatos naranjas no deben su color al mismo proceso genético que, por ejemplo, regula el pelaje oscuro en otros mamíferos, como los perros.
Greg Barsh, genetista de la Universidad de Stanford y uno de los autores del estudio, explicó que nunca antes se había sabido que el gen Arhgap36 tuviera un impacto tan directo sobre el color del pelaje. Afortunadamente, esta mutación no afecta la salud del animal, y los gatos naranjas resultantes son completamente saludables.