Este fin de semana largo tuvo lugar el encuentro número 35 de mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, pansexuales y personas no binarias en San Luis. Se reforzaron debates, se dejaron de lado otros y se coincidió en algunos de ellos.
Durante los talleres, sean o no de identidades sexo-genéricas o pueblos originarios, fue inevitable retomar las discusión sobre el nombre del evento, que después de 34 ediciones no se llamó solo “ENM” (Encuentro Nacional de Mujeres). Antes del último encuentro pre-pandemia, se había hablado sobre la posibilidad de modificar el título y solo la comisión organizadora se negaba a eso. La manera poco efectiva del “aplausómetro” definió una negativa hacia ese cambio en 2019 y, después de tanta discusión, una gran parte del feminismo, tras un encuentro que había tenido otro paralelo con el nombre que caracerizó al del finde pasado, decidió dividir el encuentro. De este modo, plurinacionales y quienes se identifican por fuera de la cis heteronorma, reafirmaron su decisión y no solo dividieron el evento en dos en esta oportunidad, sino que se quedaron con la fecha histórica que caracterizaba al “ENM”.
Continuar la lucha
Sobre esta decisión, que se sostendrá y defenderá en el encuentro en octubre del 2023, Nathanael Lobo, de No Binaries Argentina, comentó a El Destape: “Fue una oportunidad maravillosa y una vivencia única, no solo por el encontrarnos del lado de la gente que vela por prevenir las desigualdades y violencias de género, sino también porque por primera vez hemos tenido la oportunidad de encontrarnos entre les no binaries para conocernos federalmente y poner en la mesa las diferentes vivencias con sus pro y sus contras, las necesidades y complicaciones para ejercer la ciudadanía y la vida digna, en un país que consideramos que va a la vanguardia en materia de género y disidencias. El mundo está mirando a la Argentina y a les no binaries, por ello es necesario que el Estado solucione problematicas con respecto a cuestiones básicas como salud, educación y trabajo. Eliminar vacíos legales como jubilación y licencia por xaternar”.
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En ese mismo sentido, pero desde otro colectivo usualmente invisibilizado, Mónica García, afroargentina descendiente de esclavizades y colaboradora de la causa por el reconocimiento de la comunidad afroargentina y la trata transatlántica de personas esclavizadas, entrevistada por El Destape subrayó: “En clave feminista, aunque muchas mujeres indígenas no se reconozcan feministas porque su concepción espiritual se base en la dualidad o complementariedad del hombre y la mujer (sean antipatriarcales, antirracistas, o no se quisieran etiquetar) la lucha nos une, la ancestralidad nos une, la vida nos une, nos une el estar vivas porque nuestras ancestras resistieron, y como nosotras somos ancestralidad, existimos porque resistimos”.
Esto último tiene relación directa con la elección de la nueva sede: después de 12 años, y siendo la tercera vez que se elige como tal, Río Negro será quien reciba al feminismo en sus calles en octubre del año que viene. A pesar de que, tras la represión y violación a los derechos humanos de mujeres mapuches en el sur, el feminismo considera primordial estar lo más cerca posible de donde sucedieron los hechos para repudiarlos y apoyar a les afectades (como sucedió en 2018, que tuvo lugar en Chubut tras poco más de un año después de la desaparición forzada de Santiago Maldonado durante un operativo de Gendarmería Nacional en dicha provincia), aún quedan numerosas provincias, como Formosa, Catamarca, La Pampa, La Rioja, Santa Cruz y Tierra del Fuego, que todavía no han tenido la oportunidad de ser sede oficial de este multitudinario evento.
Sobre el repudio general durante el encuentro a lo sucedido en Villa Mascardi, que llevó a una decisión casi unánime de que les “encuentreres” se dirijan nuevamente a la Patagonia el próximo año, García resaltó: “Así como en nuestra amada Argentina existimos 36 naciones indígenas preexistentes al Estado Nación, como hoy lo habitamos y reconocemos también existimos los Pueblos Negros que fuimos partícipes, colaboradores y testigos de la conformación identitaria y estructural del país, aportando la cultura, gastronomía, desarrollo productivo y soberanía fundacionales que actualmente son nuestras bases históricas".
Y continuó: "Compartimos con las Naciones Indígenas las mismas historias de violaciones absolutas de nuestras corporalidades, territorios, espiritualidades, comunidades, acentuadas siempre en las mujeres por ser quienes portamos el órgano reproductor femenino; eramos las obligadas a parir hijes producto de violaciones para continuar el ciclo de la esclavitud y agrandar las riquezas de los esclavizadores que no eran solo personas, sino que en aquel momento era absolutamente legal; hablamos de instituciones, de un Estado esclavizador. Considero fundamental y muy acertada esta sede elegida, porque es gravísimo lo sucedido con las mujeres y niñes mapuche, donde una mujer fue apresada y obligada a parir rodeada de fuerzas policiales, niñes fueron separades de sus madres y otra parte se escondió en las montañas para no ser cazades, trasladadas con máxima seguridad fuera de sus territorios, con todo lo que eso conlleva, a días de este encuentro plurinacional”.
Nathanael también se refirió a la próxima sede: “Estamos completamente de acuerdo y felices en que el siguiente encuentro se realice en Río Negro, ya que de hecho lo primero en que se estuvo de acuerdo en los talleres fue en repudiar el accionar hacía las mujeres mapuches. Nos parece estratégico llevar estás luchas al centro de la problemática”.