El 16 de julio de 1945, a las 5.29 de la mañana, la vida de un hombre cambió para siempre. Robert Oppenheimer, el director del conocido Proyecto Manhattan, presenció en Alamogordo, Nuevo México, la explosión de la primera bomba atómica durante la prueba "Trinity". En ese instante, se dio cuenta de que el mundo ya nunca volvería a ser igual. El científico pronunció una frase del poema hindú Bhagavad Gita: "Ahora me he convertido en la Muerte, el destructor de mundos".
Quién creó la bomba atómica
Robert Oppenheimer nació el 22 de abril de 1904 en Nueva York. A lo largo de su vida, mostró un interés multifacético en filosofía, literatura e idiomas, llegando a aprender italiano en un mes. Su amor por los clásicos era evidente, y leía los diálogos de Platón en griego. Oppenheimer se enamoró de la física experimental en la Universidad de Harvard, pero la falta de programas dedicados a este tema en Estados Unidos lo llevó a continuar sus estudios en Europa.
En el Laboratorio Cavendish de la Universidad de Cambridge, bajo la tutela de Max Born, Oppenheimer continuó su formación en física teórica. Aunque no se destacaba en el laboratorio, se graduó con la máxima distinción. Más tarde, estudió en otras universidades europeas y fue un ferviente defensor de causas antifascistas y de apoyo a refugiados que huían del nazismo.
La investigación
Durante la década de 1930, Oppenheimer mostró acercamientos con el comunismo y las ideas de izquierda, pero nunca se afilió oficialmente al Partido Comunista de Estados Unidos. Sin embargo, el FBI comenzó a investigarlo en 1941, incluyéndolo en el Índice de Detención Preventiva en caso de emergencia nacional.
A pesar de las investigaciones del FBI, Oppenheimer fue nombrado director del Proyecto Manhattan, sorprendiendo a muchos. Su dedicación al proyecto fue total, pero después de las explosiones atómicas en Hiroshima y Nagasaki, Oppenheimer experimentó un profundo sentimiento de culpa. En una reunión con el presidente Truman, dijo que tenía "las manos manchadas de sangre". Truman, furioso, reaccionó negativamente a sus palabras.
Luego de la bomba
En 1953, Oppenheimer fue acusado de tener vínculos comunistas y de proteger a sospechosos. Aunque las acusaciones no se probaron, le retiraron sus acreditaciones de seguridad. Sufrió interrogatorios humillantes y fue acusado de oponerse a la construcción de la bomba de hidrógeno. La Federación de Científicos Estadounidenses defendió a Oppenheimer, pero su carrera quedó marcada.
Robert Oppenheimer murió en 1966 a causa de un cáncer de garganta. Años después, se desclasificaron los juicios en su contra, reforzando la imagen de un científico brillante perseguido injustamente. Su legado, tanto en el desarrollo de la bomba atómica como en las vicisitudes de su vida, se mantiene como un recordatorio de las complejidades morales de la ciencia y el poder atómico.