El barrio de San Telmo es uno de los más antiguos y tradicionales de Buenos Aires. Con sus orígenes e historia rica, se convirtió en un lugar lleno de joyas para conocer. Tanguerías, antigüedades y conventillos convertidos en galerías comerciales hacen que sus callecitas de adoquines sean transitadas por miles de visitantes cada fin de semana en busca de nuevas historias para descubrir. Allí también se encuentra la Casa Mínima, conocida como la casa más angosta de la ciudad.
Con solo dos metros y medio de ancho, la Casa Mínima llama la atención de los turistas. Su fachada sencilla se compone de una puerta de dos hojas con cuarterones pintados de verde, y en el primer piso cuenta con un pequeño balcón con barrotes de hierro que embellecen aún más su aspecto.
Esta casa, que se encuentra en el Pasaje San Lorenzo, fue parte de una vivienda de la segunda década del siglo XIX destinada a los esclavos libertos, quienes tenían asignado un pequeño espacio adyacente a la propiedad de sus amos para construir sus hogares. La Casa Mínima es la única de este tipo que todavía se conserva en Buenos Aires, con una medida de 2,50 metros de ancho y 13, de profundidad. A pesar de su pequeño tamaño, es un testimonio de la historia de la ciudad.
La casa aún conserva los materiales originales del siglo XVIII: paredes de barro cocido y bosta, restos de antiguo revoque, vigas y puertas de madera. A pesar de su antigüedad, la edificación se encuentra en muy buen estado, ya que la propiedad casi siempre estuvo habitada. De esta forma, a través del tiempo sus ocupantes realizaron las distintas tareas básicas de mantenimiento.
Según el arquitecto y director del Museo de la Ciudad, José María Peña, la pequeña casa solía formar parte de una estructura más grande. El experto descubrió un catastro de esa época en el que se muestra que el terreno era parte de una propiedad que tenía 16 metros de frente con 17 de fondo.
En aquella época, San Telmo era donde vivían familias de alta sociedad. Y la gran casona de la que formaba parte la Casa Mínima había pertenecido a familias como los Lezica, los Peña y los Serrano, entre otras. Sin embargo, las oleadas de inmigración y las epidemias provocaron que esas familias aristocráticas se mudasen a otras zonas de la ciudad, por lo que barrios como San Telmo se poblaron de inmigrantes, criollos y personas esclavizadas liberadas.
Fue así que a lo largo de los años la Casa Mínima estuvo en manos de distintos propietarios. Uno de sus dueños fue Jorge Eckstein. El químico, de raíces húngaras, ya tenía experiencia en restauraciones cuando decidió comprar la casa en el año 1994.
Visitas a la Casa Mínima: horarios y precios
La Casa Mínima forma parte de El Zanjón Granados, una de las obras arqueológicas más importantes de Buenos Aires y se puede visitar (recorrido dura entre 45 y 50 minutos) los días de la semana a las 12; mientras que los fines de semana y feriados hay dos tours: a las 14 y a las 15.
En cuanto a los precios, los residentes deben pagar $11.000; mientras que los residentes jubilados, docentes y estudiantes, la tarifa es de $ 9.000. Los extranjeros pagan un poco más: $ 13.000 los de países limítrofes y $ 14.000 los del resto del mundo.
Cuál es la calle más parisina de Buenos Aires: te sentís como en Francia
La calle Arroyo, situada en el barrio de Retiro de la ciudad de Buenos Aires, es conocida por su arquitectura francesa y su encanto pintoresco. Rodeada de edificios históricos, palacios y residencias de estilo francés, esta calle corta, pero llena de vida logra captar la atención de todos los turistas que deciden recorrerla.
Con el tiempo, Arroyo se convirtió en uno de los lugares más "parisinos" de la ciudad. Algunos de los edificios más destacados que se encuentran en esta calle incluyen la Torre Mihanovich o Torre Bencich, que fue sede del Hotel Sofitel, y el Palacio Pereda, que actualmente alberga la Embajada de Brasil y fue diseñado por el arquitecto Louis Martin. Además, hay un edificio de viviendas diseñado por Eduardo Le Monnier, ubicado en el cruce con la calle Libertad.
Uno de los eventos más importantes que se lleva a cabo en Arroyo es "Noches de Galería", que tiene lugar una vez al mes. Durante este evento, las galerías de arte abren sus puertas de forma gratuita durante tres horas, desde las 19 hasta las 22. Los visitantes pueden disfrutar de cócteles y música en vivo mientras aprecian las distintas obras de arte expuestas. Este evento tiene como objetivo promover el trabajo de artistas locales y la venta de sus obras.
A pesar de su corta extensión, Arroyo cuenta con una amplia oferta gastronómica. Uno de los sitios más destacados es Florería Atlántico, ubicado en Arroyo al 872, que en una puerta oculta en una florería se abre a un bar de cocteles y gastrobar con temática de viajero del mundo.
Sin embargo, Arroyo también está marcada por tragedias. En 1992, la Embajada de Israel, ubicada en la calle Arroyo, fue objeto de un terrible atentado que dejó 22 muertos y 242 heridos. Este triste suceso destruyó por completo la sede de la embajada y del consulado, que ocupaban los números 910 y 916 de la calle.
Para visitar la calle Arroyo, hay varias opciones de transporte público. Sin duda, vale la pena recorrerla y sumergirse en su belleza arquitectónica y su ambiente único. Las siguientes líneas de transporte tienen rutas que pasan cerca de Calle Arroyo 88.