Aquel 11 de marzo de 2020 cuando la Organización Mundial de la Salud declaró al COVID-19 como una emergencia de salud pública de importancia mundial, la vida en todo el mundo se paralizó. A fines de marzo y abril de 2020, los movimientos diarios relacionados con el comercio minorista y la recreación habían disminuido en más del 80% en muchos países de Europa y América Latina. Las restricciones que incluyeron órdenes de quedarse en casa, prohibiciones de viaje, cierres de escuelas y lugares de entretenimiento y restricciones a las reuniones públicas y privadas, además de ser las estrategias adoptadas por los gobiernos para disminuir la circulación de virus también provocaron, entre otras cosas, un reducción de la criminalidad y el delitos en la mayoría de los países y ciudades del mundo.
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Fue un estudio publicado esta semana en la revista Nature Human Behaviour, que reveló que los delitos se redujeron un 37% de media con respecto a años anteriores, entre ellos asaltos, robos, robos en viviendas y domicilios, hurtos, robo de vehículos y homicidios. El dato surge tras el análisis de la situación criminológica en 27 ciudades de 23 países con diferentes niveles de restricciones de América, Europa, Oriente Medio y Asia. Como los cosas de ciudades como Estocolmo o Malmö (ambas en Suecia), donde las autoridades se limitaban a recomendar a su población que evitase los espacios públicos, y otras ciudades como Lima (Perú), donde solo se permitía realizar las actividades más esenciales y había multas importantes en caso de no cumplir con las restricciones.
Es así que, los resultados generales sugieren que las limitaciones a la circulación de las personas reducen mucho todos los tipos de crímenes, a excepción de los homicidios. En el caso de Barcelona, única ciudad española que participó en el estudio, los Mossos d’Esquadra pasaron de registrar 385 hurtos de media al día a solo 38.
Los delitos que más se redujeron por la pandemia del COVID-19
En tanto, según el estudio, los delitos que más bajaron fueron los hurtos (un 47% menos) y los robos (46%). Le siguen los robos de vehículos que cayeron un 37% y los asaltos un 35%. Luego, los robos en viviendas que descendieron un 28%. Los investigadores sostienen que esto ocurrió como consecuencia del confinamiento y la falta de movilidad. "Las oportunidades de cometer un delito contra la propiedad, como los robos y los hurtos, dependen del flujo de gente hacia las zonas comerciales o nodos de transporte que concentran un gran número de objetivos y una gran cantidad de entradas y salidas para los asaltantes”, remarcaron.
Es así que, como resultado de este descenso de viajes, por ejemplo en España, la movilidad hacia el puesto de trabajo cayó un 64%, por lo que “menos casas quedaron sin supervisión y los asaltos a domicilios se hicieron más complicados, mientras que los locales comerciales, menos vigilados, se convirtieron en un objetivo más fácil”.
Homicidios y feminicidios durante la pandemia: el caso de Argentina
Sin embargo, los crímenes como homicidios sólo se redujeron un 14%. Esto se explica porque en muchas sociedades los homicidios se producen en el ámbito doméstico, algo que no se ve afectado por las limitaciones de movilidad de la pandemia. Más bien al contrario, ya que en estos casos víctimas y acosadores estaban obligados a vivir bajo el mismo techo continuamente.
Es el caso de Argentina en donde, según el informe del Observatorio de Femicidios "Adriana Marisel Zambrano" titulado "Pandemia de Género" se confirmó que en ese lapso en la provincia de Buenos Aires fueron cometidos 103 crímenes, seguido de Santa Fe con 29, Córdoba 24, Tucumán 20 y Salta, Chaco y Mendoza con 13.
Un total de 279 femicidios de mujeres y niñas, 8 transfemicidios y 20 femicidios vinculados de varones adultos y niños se produjeron durante el llamado Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), que comenzó hace un año, y el actual DISPO, según un relevamiento de la organización La Casa del Encuentro.
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En Santiago del Estero y en la Ciudad de Buenos Aires hubo 10 femicidios, 8 en Misiones y Jujuy, 6 en Corrientes y Río Negro, 4 en Formosa, Entre Ríos y La Rioja, 3 en San Luis y Neuquén y 1 en Catamarca, Santa Cruz y San Juan, mientras que las únicas provincias en las que no hubo casos fueron Tierra del Fuego y La Pampa. Respecto al vínculo con el femicida, 109 fueron cometidos por parejas y 60 por exparejas, 37 por conocidos/vecinos y 14 por otro familiar. Además, 11 femicidas fueron padres o padrastros, 9 hijos o hijastros y 44 sin vínculo aparente.
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