A casi cuatro meses de iniciado el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la mayor parte de la población está de acuerdo con la medida tomada por el Gobierno nacional. Pese a que bajó la aceptación de la cuarentena, más del 60% continúa apoyándola como único método para, de momento, combatir el coronavirus.
Según un estudio de Sentido Colectivo, el 89% de los encuestados manifestó haber estado de acuerdo con la cuarentena al inicio, porcentaje que se redujo al 61% a casi cuatro meses de iniciada la medida preventiva. Si bien cayó, sigue siendo la visión mayoritaria.
También, es cierto que el aislamiento no tuvo - ni tiene - un cumplimiento estricto. La investigación reflejó que aproximadamente un 20% de la población salió "varias veces" o "muy seguido" de su hogar y un 46% lo hizo "alguna vez", todos por fuera de lo permitido. Sólo un 34% acató la medida de forma tajante. Si bien la cuarentena no se respetó en su totalidad, quienes salieron del hogar lo hicieron en pocas ocasiones.
En el falso debate entre salud y economía, los datos volvieron a hablar. En el artículo analítico que acompaña el informe, los integrantes de Sentido Colectivo Axel Kesler y Michelle Fiszlejder explicaron: "La falta de cumplimiento de la medida y la pérdida de legitimidad del ASPO, ¿tiene que ver con únicamente con una cuestión económica? A priori podríamos decir que este factor no es tan determinante. En los datos que relevamos, no hubo una correlación entre ambas variables, sino más bien algunos datos mezclados: el 52,6% de la población encuestada cuya percepción sobre su capacidad económica es muy mala nunca salió de su casa por fuera de las salidas permitidas, mientras que en aquellas personas cuya percepción sobre su capacidad económica es estable, buena o muy su cumplimiento es inferior al 40%". Asimismo, detallaron: "Son también los que perciben que su situación económica 'muy mala' los que más han salido 'muy seguido' por fuera de lo permitido, mientras que los que la autopercibieron como 'muy buena' son los que más salieron algunas o varias veces".
Es destacable, además, que el 77% de los encuestados consideró no tener muchas probabilidades de contagiarse y, en número similar, que su salud no se vería muy afectada en caso de contraer COVID-19. "Sin embargo, casi un 90% considera que una propagación no controlada del virus significaría una gran amenaza para la sociedad. Es decir, hay un reconocimiento de la necesidad de un ordenamiento social que evite ese riesgo para el conjunto poblacional, independientemente de las percepciones sobre posibilidades de una afección a la salud individual", destacan Kesler y Fiszlejder.