La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) acaba de autorizar una nueva vacuna contra el dengue desarrollada por la compañía japonesa Takeda para su uso en mayores de 4 años. El esquema de aplicación consiste de dos dosis separadas por un intervalo de tres meses, y puede ser aplicada en personas con o sin antecedentes de la infección.
Se probó en 19 ensayos que incluyeron a más de 20.000 voluntarios durante casi cinco años, protege contra los cuatro serotipos del virus, y arrojó una reducción del 84% en las hospitalizaciones por la enfermedad y de un 61% en dengue sintomático.
¿Qué dicen los infectólogos?
Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología
“Excelente vacuna. Muy buena eficacia, tanto para personas que tuvieron dengue, como para las que no, pero no sirve para manejo de brote, porque la respuesta inmune se genera a las dos o tres semanas después de la vacunación. Sirve como parte de la prevención combinada, como una estrategia. Pero muy buena vacuna”.
Javier Farina, ex director del Comité de Infectología Crítica de Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“En 2015, ya se había presentado una de tres dosis del laboratorio Sanofi que había demostrado una buena eficacia. Pero en estudios posteriores se vio que quien se infectaba con dengue después de vacunarse podía tener un cuadro más grave y a partir de ahí se modificó la aprobación de esta vacuna y se indicó para personas que ya habían tenido la infección. Actualmente no está disponible en el Cono Sur, a excepción de Paraguay. La que acaba de autorizar la Anmat, deTakeda, ya fue aprobada en Indonesia, en 2022, y en Europa, a principios de este año. Ésta sí podría aplicarse a personas que hayan tenido una infección previa y los resultados de la Fase III son muy buenos. ¿Cuál es el tema? Un poco, el costo. Estamos hablando de una vacuna que en Alemania las dos dosis rondan los 240 dólares y en Indonesia, los 75. Estos costos hacen que en el sector privado pueda estar disponible, pero entiendo que serán una limitante para la vacunación masiva costeada por el Estado.
“Lo más importante, desde mi punto de vista es dejar de pensar que esto es algo estacional. Los casos serán estacionales, pero el ciclo de vida del mosquito es anual y la campaña de descacharreo debería mantenerse durante todo el año en la agenda. Además, tenemos que asumir que hoy el dengue es autóctono en la Argentina, en la mayoría de las jurisdicciones, incluyendo la Ciudad Autónoma y la Provincia de Buenos Aires”.
Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero del Hospital Muñiz: “Lo primero que hay que decir es que es excelente que salga una vacuna al ruedo. Habíamos tenido la de Sanofi-Pasteur, que quedó un poco en el cajón, pero que no se descartó, porque algún día quizás se pueda rescatar. Fundamentalmente, pensamos muchos, en combinación con otras inmunizaciones. Fue muy importante, pero no se pudo llegar a utilizar.
“Ahora tenemos la vacuna de Takeda. La protección se mantiene bastante bien a lo largo de cinco años, que es el plazo sobre el que ya tenemos datos del laboratorio. Cubre fuertemente el Dengue 2, luego el 1, y se infiere que también el 3 y el 4. Aunque no pudo trabajarse con personas vacunadas durante epidemias de estas variantes, eso no fue óbice para que la [autoridad regulatoria europea] EMA, Indonesia, la Anvisa, de Brasil, y ahora la ANMAT argentina la aprobaran.
“Es una buena noticia. Seguramente va a salir a la venta en vacunatorios privados. Es un desafío para los estados donde hay áreas endémicas o epidémicas decidir cuáles son las regiones geográficas donde potencialmente se pueda agregar a la estrategia integrada de la gestión de las patologías transmitidas por mosquitos Aedes aegypti este nuevo ‘pétalo’ que es la vacuna, sin descuidar todos los demás que deben estar presentes. Hay que ver en qué áreas y grupos poblacionales [es pertinente administrarla] si el Estado o los Estados se hacen cargo.
“Hay muchos análisis que hacer, nadie salió hasta el momento en ningún lugar del mundo a decir en qué regiones se va a implementar la utilización. En la Argentina, se está trabajando. En principio, esta vacuna de dos dosis no serviría para control de brote, porque necesito la segunda dosis para que tenga toda la eficacia.
“Los europeos tienen una ventaja, que ellos la tienen indicada, por lo menos por ahora, para personas que periódicamente viajan a zonas de transmisión de dengue, por lo cual en tres meses podrían estar protegidos con una probabilidad muy alta para no adquirir virus de expresión sintomática. Pero ellos no tienen transmisión endémica, excepto unos pocos casos que hubo en la Costa Azul. Allí, será una vacuna de acceso básicamente para viajeros.
Para nosotros, en los países endémicos, como Indonesia, Brasil, Argentina y todos los que vendrán después, el tema es mucho más complejo y requiere de análisis medulosos para generar un racional que sea el adecuado para que los Estados puedan hacer una inversión en incorporarla. Y también es deseable que a futuro se pueda adquirir a través del fondo rotatorio de la OPS, que compra vacunas ‘en mayorista’, por decirlo de alguna manera, y después las distribuye a cada país según lo que haya solicitado, pero a través de una compra masiva que mejora los números. En fin, bienvenida la vacuna”.
Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología
“Es una buena noticia. Es tetravalente; es decir que tiene actividad frente a los cuatro serotipos [del virus] en personas que tuvieron y que no tuvieron la enfermedad, es segura, genera inmunidad y reduce fuertemente la probabilidad de enfermedad sintomática y de hospitalizaciones. La gran ventaja respecto de la otra que no está en nuestro país es que demostró muchísima seguridad tanto en niños como en adultos. Es una inmunización muy esperada, pero no reemplaza de ninguna forma la búsqueda y eliminación de los criaderos del mosquito. Tenemos que ver bien cuáles van a ser los criterios de inmunización".
Ángela Gentile, jefa de Epidemiología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
“Aún cuando dispongamos de la vacuna, de ninguna manera tenemos que abandonar las medidas ya conocidas para evitar la proliferación del mosquito vector, entre las cuales las más importantes son el descacharrreo, la eliminación de recipientes con agua estancada, además de las medidas para evitar las picaduras, como el uso de repelente, ropa amplia que proteja brazos y piernas, y la instalación de mosquiteros en los domicilios. Esta vacuna, junto con todas estas medidas, nos ayudará a enfrentar mejor este flagelo y reducir los contagios sintomáticos, los casos graves y las hospitalizaciones”.