El destino estrella de este verano 2025 para el turismo argentino fue sin lugar a dudas Brasil. La situación que se vive alrededor de los precios y el dólar llevó a que el país vecino sea una tentación para muchos.
En este sentido, las variantes de playas más elegidas están al sur de Brasil, como Florianópolis, aunque las clásicas también están presentes, como es el caso de Río de Janeiro. Pero para los que buscan el descanso y la paz, este es el verdadero paraíso, con las playas más lindas del mundo.
Brasil: cuál es el verdadero paraíso de este destino
Hablamos de la Bahía do Sancho, un destino ubicado en la isla de Fernando de Noronha. Esta es una de las playas más hermosas de todo el mundo, según lo precisó el destacado sitio dedicado al turismo Tripadvisor.
Este paraíso presenta todo lo que uno busca en un destino así: agua cristalina, arena dorada y una impresionante biodiversidad que mezcla hermosa vegetación con una interesante fauna marina.
La única “cuestión” que encuentra este destino soñado de Brasil es que su acceso no es el más fácil. En primer lugar, porque está a 350 km de la costa, lo que implica un largo viaje en avión desde el continente hasta la isla. Por otra parte, no hay muchos medios de transporte y esto limita las opciones para llegar a ciertos puntos de interés.
Otro de los detalles a tener en cuenta es que la playa se encuentra en una zona protegida de Fernando de Noronha, un parque natural. Y para preservar su ecosistema, el acceso está restringido, por lo que se le permite el ingreso a un número limitado de visitantes.
Finalmente, el camino hacia la playa está señalizado pero se torna desafiante, por lo que se requiere cierto esfuerzo para llegar. Si bien el premio del destino lo vale, el camino para encontrarlo es realmente complicado.
Cómo llegar a Bahía Do Sancho
La travesía de llegar a este destino soñado comienza en la isla de Fernando de Noronha, ubicada en el océano Atlántico, a unos 350 kilómetros de la costa de Brasil. Para llegar allí, hay que tomar un vuelo desde Natal o Recife, los cuales son limitados y se necesita una autorización previa.
Ya en la isla, hay que emprender un recorrido por un sendero señalizado que pasa por una serie de escaleras empinadas y pasarelas construidas en los acantilados. Si bien el camino es complejo, el final es el paraíso brasileño.