"Volver": el restaurante argentino en el corazón de París que enamora con su carne

No es solo un restaurante, sino un punto de encuentro para la comunidad argentina en la capital francesa. Cuál es su historia.

08 de enero, 2025 | 14.11

Si hay un lugar en París que pueda considerarse una "embajada" argentina, ese es Volver, el restaurante que, desde hace más de una década, se convirtió en el punto de encuentro para argentinos y extranjeros que buscan disfrutar de la auténtica gastronomía nacional.

Volver está ubicado en el exclusivo barrio de Saint Germain des Près, y no solo se lo considera un templo de la carne argentina, sino también este restaurante supo ser el refugio para futbolistas, artistas y celebridades que no quieren perderse el sabor de su tierra mientras están lejos de casa.

Un viaje de Lomas de Zamora a París

Carlos Muguruza, su dueño, es el rostro detrás de este éxito. Nacido en Lomas de Zamora, Muguruza llegó a París en 1986 con un sueño y, aunque su camino comenzó lejos de la cocina —trabajó en ventas de fotocopiadoras—, siempre mantuvo viva la pasión por el fútbol y la gastronomía.

Después de una exitosa carrera en el mundo corporativo, Muguruza decidió lanzarse al desafío de abrir un restaurante auténticamente argentino, y así nació Volver en 2010.

Con la intención de ofrecer algo que en París faltaba, Muguruza apostó por una propuesta que representara el alma de Argentina. Y fue un acierto inmediato. Volver comenzó a atraer no solo a argentinos exiliados en la ciudad, sino también a locales que se enamoraron de sus sabores únicos, especialmente de la carne argentina, que enloquece a los franceses.

Desde su apertura en 2010, el restaurante ha atraído a figuras del fútbol mundial, como Ángel Di María y Kylian Mbappé.

Con el paso de los años, grandes figuras del fútbol mundial comenzaron a ser habituales, desde Ángel Di María y Javier Pastore hasta Kylian Mbappé, quien incluso llevó a su madre al restaurante en una de sus visitas.

Carne argentina y un menú que atrapa

Uno de los grandes secretos de Volver es su menú, donde la carne es la gran protagonista. Con permiso para importar carne con hueso, el restaurante ofrece cortes únicos como la tira de asado, uno de los platos más pedidos. Las empanadas hechas a mano, el choripán, la morcilla y las mollejas son solo algunas de las delicias que capturan el paladar de los comensales.

Los vinos son todos argentinos, con excepción de un rosado francés que Muguruza eligió por su calidad. Y sí, como en cualquier buen restaurante argentino, el fernet con coca es infaltable.

"Los franceses que viajaron a Argentina, buscan eso: la carne, el fernet, el sabor auténtico. No se conforman con menos", explica Muguruza. Y claro, Volver es para los argentinos que buscan un pedazo de casa en París, pero también para los franceses que desean conocer los sabores de Argentina, muchos de ellos, sorprendidos por la intensidad y la calidad de la carne.

Un punto de encuentro para los argentinos en París

Más allá de su cocina, lo que hace especial a Volver es el ambiente. Durante eventos deportivos como los mundiales o los Juegos Olímpicos, el restaurante se transforma en un verdadero centro de reunión. En las finales del mundial de Qatar, Volver fue el epicentro de los festejos, con banderas, cumbia y bombos en las calles de Saint Germain. Incluso el embajador argentino en Francia fue a festejar allí.

“Quiero que los argentinos en París encuentren en Volver lo que yo no pude tener cuando llegué. En 1986, yo estaba solo con mi mujer, sin plata, y la emoción de gritar un gol desde el teléfono era todo un lujo”, recuerda Muguruza.

El ambiente en Volver se convierte en un espacio de celebraciones durante eventos deportivos, convirtiéndolo en un centro de reuniones para la comunidad argentina.

El futuro de Volver

A pesar de los casi 40 años que lleva en París, Muguruza sigue manteniendo una profunda conexión con su tierra. Entre sus proyectos de expansión, sueña con abrir un Volver en Ibiza, y también con llevar la gastronomía francesa a Buenos Aires. Por ahora, sigue disfrutando de su vida en París, donde ya considera su hogar, aunque mantiene un departamento en Las Cañitas y regresa a Argentina cada diciembre.