Anne Hidalgo, alcaldesa de París: "La salud y el ambiente siempre van juntos"

Desde hace una década viene liderando una transformación que logró bajar notablemente la contaminación del aire, asociada con un sinnúmero de patologías

26 de marzo, 2025 | 23.21
Anne Hidalgo, alcaldesa de París: "La salud y el ambiente siempre van juntos" Anne Hidalgo, alcaldesa de París: "La salud y el ambiente siempre van juntos"

PARIS, Francia.– En sus últimos dos años, Ella Kissi-Debrah, una niña que había vivido con su familia en la proximidad de carreteras, sufrió ataques de asma tan violentos que debió ir hasta 30 veces a la sala de urgencias. En 2020, siete años más tarde, la justicia británica sentó un precedente histórico al atribuir su muerte a la contaminación del aire que, según las estimaciones actuales, contribuye en alrededor de siete millones de muertes prematuras por año y cuyos efectos van mucho más allá de las enfermedades pulmonares. Se la vincula con cardiopatías, problemas del embarazo, y hasta con enfermedad de Alzheimer y autismo. Un trabajo publicado hace unos días en Proceedings of the National Academy of Sciences mostró cómo toxinas encontradas en el aire contaminada, los pesticidas y el humo de incendios, entre otros, pueden causar cambios químicos que llevan a la muerte celular, y que el bloqueo de los procesos que desencadenan revierte la pérdida de memoria en ratones (https://doi.org/10.1073/pnas.2418179122).

La importancia de este factor como condicionante de enfermedades no transmisibles no hace más que crecer y una de las ciudades que viene aplicando estrategias decididas para controlarlo es París. En los últimos 15 años, su alcaldesa francoespañola, Anne Hidalgo, aumentó significativamente las bicisendas en detrimento de las vías para autos, plantó “bosques urbanos” y creó jardines, está reemplazando la flota de buses por transportes 100% eléctricos o a biocombustibles y expandiendo la red de subterráneos (con una nueva línea que agregará 65 nuevas estaciones bajo la traza de la circunvalación que rodea la metrópolis), y mantiene un programa de monitoreo del aire que permite, por ejemplo, suspender el tránsito vehicular si los niveles de contaminantes exceden niveles seguros. Ademas, creó un departamento de salud que integra aspectos ambientales, porque, comenta, “la salud y el ambiente siempre van juntos”. 

Buses eléctricos. En París, ya son el 35% de la flota

Durante la última reunión de la Alianza Global de Ciudades Saludables, promovida por Bloomberg Philanthropies, Vital Strategies y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la reducción de las enfermedades no transmisibles y las lesiones de tránsito, una red que la Ciudad Luz integra junto con otras 73 grandes urbes de todas las regiones del mundo, Hidalgo conversó con El Destape.   

–¿De qué se ocupa la nueva área de salud de la municipalidad de París?

–La creamos en 2022, pero veníamos planificándola desde hace mucho con Eve [Plenel], que ya se había encargado de toda la política frente al VIH-sida. Había trabajado con médicos, con hospitales, pero sobre todo con la gente que estaba afectada por esa pandemia. Desde entonces, delineamos la “Estrategia de París” para avanzar en la salud pública. Después del Covid, sabíamos también que había que trabajar no solo con los médicos, sino también con la gente. Que la proximidad, estar en los barrios, era esencial si se quería parar la pandemia. Y de allí surgió la propuesta de organizar nuestra acción de una manera más formal, más profesional, más integrada, sobre todo en los temas de salud pública interrelacionada con el ambiente. Y lo hicimos de manera transparente, pero sin hablar, porque pensamos que es mejor que la gente se entere a través de los nuevos servicios. La nueva área también involucra la dotación clínica, el acceso a médicos y centros comunitarios de cercanía, pero lo ambiental tiene un lugar especial, porque sabemos que lo que está ocurriendo con el cambio climático y con la contaminación del aire está generando nuevas enfermedades, y promoviendo y agravando otras ya existentes. 

Las ciclovías facilitan el tránsito en bici y reducen la cantidad de autos

–Usted manifestó que, después de once años, no se presentará para otro período como alcaldesa. ¿Qué queda pendiente para su sucesor o sucesora?

–Lo que tenemos que lograr en cuanto a la transparencia de esa política pública es una contabilización más analítica de todo lo que tiene conexión con el tema de salud, poder ver el resultado de lo que invertimos. Esto todavía no lo tenemos completamente implementado; es una de las cosas que estamos haciendo con la asistencia de Bloomberg Philanthropies. Estamos trabajando con esta red de ciudades para tener datos de mejor calidad, porque si queremos convencer a líderes, pero también a la población, tenemos que mostrar resultados, información verificada, analizada de manera científica para saber qué políticas sirven. 

–¿Se podría extrapolar algo así a todo el país?

–Es muy importante poder comunicárselo a los líderes económicos. Las políticas de salud le dan fuerza a la economía de los países, de las ciudades, y a la economía global. Porque cuando se logra que la gente esté en un ambiente más sano, que no tenga enfermedades, también se ahorra bastante dinero a los sistemas de seguridad social, ya que si la gente no tiene necesidad de ir al médico, se gastará menos. Y eso es algo no muy comentado en este momento. Antes de ser alcaldesa de París fui inspectora de trabajo y estudié los temas de salud. Recuerdo que en los años 90 dimos un paso muy importante en Europa cuando demostramos que el costo de los accidentes de trabajo era muy gravoso para las empresas, para el mundo económico. Hablamos el mismo idioma que el mundo económico, le presentamos las cuentas de la seguridad del trabajo. Hoy, creo que tenemos que hacer algo parecido con la salud. 

Estación de monitoreo de calidad del aire en París

En su presentación, mostró que en los últimos diez años redujeron un 45% los niveles de dióxido de nitrógeno, un 35% las concentraciones de material particulado (PM2.5), un 26% las emisiones de gases de invernadero, y algunos contaminantes, como dióxido de sulfuro, benceno y plomo, prácticamente desaparecieron. ¿Cuánto hace que empezaron a controlar la calidad del aire en París?

–Hace alrededor de 25 años. Eso está a cargo de una organización independiente llamada Airparif que tiene una extensa red de monitores fijos y microsensores para medirla en distintas partes de la ciudad en tiempo real. Pero no estoy satisfecha con el nivel de datos que tenemos, no nos da la información suficiente. Queremos mejorarlo, y para eso hacen falta más sensores, porque las mediciones que tenemos todavía son insuficientes para trazar políticas adecuadas. Cambiamos, por ejemplo, la reglamentación del límite de velocidad en la circunvalación de la ciudad. Pero solo tenemos un sensor, necesitamos más datos científicos sobre el efecto que este nuevo reglamento tiene sobre la calidad del aire. 

–¿Qué opinión le merecen las decisiones que está poniendo en práctica el presidente Trump en materia de salud?

Es tremendo lo que está pasando, es algo que va en contra de todo el movimiento humanista. El Covid nos mostró que somos interdependientes unos de otros. Estas determinaciones están desestabilizando completamente las políticas que tienen que ser pensadas en un nivel global. Por ejemplo, según las estimaciones de Onusida, se esperan más de seis millones de muertos de aquí a 2029. Y [los recortes a los subsidios] ya son realidad para muchas personas. Están recibiendo documentos diciéndoles que no podrán acceder a los medicamentos que les permitían vivir con VIH. Es algo muy grave. Muchos países cayeron en cosas que ya no tienen nada que ver con la democracia. Eespero que Europa salga con más fuerza de esta nueva situación mundial. Que tenga una respuesta fuerte a lo que está destrozando ahora la administración Trump. 

Cómo se redujo la contaminación del aire en la región de París durante las últimas décadas

–¿Cómo ayudaron los Juegos Olímpicos 2024 a acelerar los cambios que mencionó? 

–Nosotros queríamos hacer muchas transformaciones, pero sin las Olimpíadas no hubieran sucedido tan rápido. Soy muy ecologista y por tanto me importaba mucho que la ciudad fuera más verde. Empezamos toda esta política de añadir carriles de bici, limpiar el río, bueno, todas esas obsesiones mías pude concretarlas a la par que se hacían obras dedicadas a los Juegos, que también nos permitieron modificar la movilidad dentro de la ciudad. Algo curioso fue que al difundirse en el mundo entero, se vio no solo que esta transformación era posible, sino que además era algo bueno. La prensa primero nos dijo que estábamos equivocados, que era una locura… Hubo bastantes críticas mientras íbamos removiendo y cambiando todo, haciendo estas obras bastante importantes en la ciudad. Hombre, es cierto que dio lugar a un cierto caos. Pero lo interesante es que la población que estaba descontenta, pues al final vio porqué se hizo. Ahora aprecian el impacto y entienden las políticas que implementamos.