«Visten como cowboys, y parecen cowboys, pero no tienen manos de hombres de trabajo», dedujo Randall cuando comió junto al Coronel y sus hombres. Luego de despedirse, y convencido que ellos eran los responsables de las muertes en Clover, el matador se refugió en la espesura para observar lo que pasaba en el ranch. Fierro agradece al dibujante y coleccionista Ramón Bustamante por facilitarnos el material para su restauración.