Una cita romántica con Jenny Byron se ve interrumpida por una amenaza mortal. La Comisión Atómica necesita del genio de Bull Rockett. La autoproclamada «Secta de la Vida por la Muerte» conmina a eliminar a gran parte de la humanidad si no cesan de inmediatos los experimentos con la energía del átomo, una ciencia que para la secta fue inspirada por el diablo. Para horror de los protagonistas, la vil intimidación no demora en hacerse realidad...
Publicada originalmente en revista Misterix, número 181, el 07 de marzo de 1952.