26 de octubre, 2022
Rescate
En esta cuarta entrega, el autor del libro «Rayos y centellas» detalla las clonaciones que «Más allá» realizó sobre los originales que se publicaron en revistas como «Galaxy», «Sciende fiction plus» o «Fantasy and science fiction». Las portadas de «Más allá» se convirtieron en auténticos «doppelgängers» de estas primeras versiones, aunque hubo ocasiones en que llegaron a superarlas, como detalla a continuación el redactor del artículo.
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Por Carlos Altgelt
«La imitación es la forma más sincera de adulación»
Charles Caleb Colton
El dicho del excéntrico clérigo y escritor inglés es frecuentemente citado y nos pareció muy adecuado para encabezar esta nota. Creemos que refleja a la perfección la relación entre Más Allá y otras revistas del género, al menos en lo que respecta a sus portadas. Agreguemos que el ocurrente dramaturgo irlandés Oscar Wilde le agregó un desdeñoso corolario. Al mismo nos referiremos al final de este artículo.
Comenzaremos este repaso cronológico de tapas de Más Allá que ya habían aparecido en otras revistas del género con esta ingeniosa ilustración de Emsh (Ed Emshwiller) para Galaxy de agosto de 1952.
Hagamos hincapié en que, comúnmente no eran una simple copia, sino que como veremos, se introducían modificaciones.
Vemos que en ambas publicaciones se muestra a tres turistas extraterrestres —venusinos en el caso de Más Allá, marcianos en el de Galaxy— paseando desapercibidos por las calles de Manhattan entre los indiferentes peatones neoyorquinos.
Salvo que, solo al ponerlas una al lado de la otra, se percibe que en la edición local, el alienígena sacando fotos, pasa a un primer plano.
La portada original se titulaba «La gira de 40 créditos por la Tierra» que los editores de Más Allá la aprovecharon para ilustrar un cuento corto de Oesterheld (escribiendo bajo el seudónimo de Héctor Sánchez Puyol) «Cuidado con el perro». Este fue el primer relato en la revista escrito por un autor local.
En el número 7 la modificación a la ilustración original de Mel Hunter es más sutil. Nuevamente en Más Allá se pasa a un primer plano más definido a la figura principal, en este caso la del astronauta siendo rescatado (véase por ejemplo la ubicación de su mano izquierda respecto a la parte trasera del cohete).
Casualmente con esta portada, la revista francesa Galaxie, otro clon de la estadounidense, comenzó en noviembre de 1953 su serie de 65 números. La ilustración de su tapa era una copia fiel de la revista estadounidense, sin alteraciones de ningún tipo.
Lo que no hemos podido ubicar, es alguna referencia a si la ilustración de Hunter está basada en la de Chesley Bonestell para el número de Collier’s del 22 de marzo de 1952, al que nos referimos en nuestra segunda entrega. En ella se refleja el primer viaje tripulado a la Luna, el, cual, como en la novela de Julio Verne y el Apolo 8, sólo la circunvoló según Bonestell, a 320 kilómetros de altura.
Pasemos al número siguiente. De estas dos tapas nos ocupamos en nuestra entrega anterior. Nuevamente puede verse como los astronautas de Chesley Bonestell han pasado a un primer plano.
Ahora, en el número 12, el centro de atención (las manos del robot positrónico) ya está en primer plano por lo cual la ilustración original de Emsh se ha dejado intacta, salvo resaltar las columnas de acero que sirven como telón de fondo.
La única modificación a esta magnífica pintura de Mel Hunter representando un vuelo en helicóptero sobre el planeta Mercurio (¡que no tiene atmósfera de ningún tipo!), solo fue intervenida con colores más vívidos y saturados.
Al cubrir el diseño toda la portada, sin duda la versión de Más Allá tiene mayor impacto visual. La pintura de Alex Schomburg se titula «Still Life in Outer Space» o sea «Naturaleza muerta en el espacio exterior».
Vemos abajo otra ilustración de Mel Hunter republicada con ligeras modificaciones. Se titula: «An Undersea Salvage», o sea «Un salvamento submarino».
Hoy en día diríamos que la acción pudiera transcurrir en un lago de metano líquido en Titán, el satélite de Saturno cuya pintura hizo famoso a Chesley Bonestell.
Esta vez la modificación no es a una portada de Galaxy sino a la frustrada aventura de Hugo Gernsback con Science Fiction Plus, de la cual solo salieron siete números en 1953.
La ilustración titulada «Our Atomic Sun» es del renombrado artista Frank R. Paul, el del «hombre de Marte» de quien hablamos en nuestra primera entrega.
Probablemente el hecho de que el cohete desapareció en la tapa de Más Allá se debía a que ilustraba un artículo científico sobre el Sol y no a una novela (algo que evidentemente no le preocupaba a Gernsback). Nótese también como en Más Allá el Sol ha pasado a un primer plano.
Al respecto de Paul y esta revista, en su libro Croma: El arte de Alex Schomburg, Jon Gustafson narra una anécdota que parecería increíble si no fuese que se ha repetido tanto aquí como en Europa. Es la siguiente. Sam Moskowitz, crítico, historiador y fan de la ciencia ficción, a la sazón editor de Science Fiction Plus, encontró un día amontonadas en el piso de un pasillo una pila de pinturas y dibujos que Paul había hecho para la revista. Le preguntó al portero por qué estaban allí y el mismo le respondió muy campante que eran para tirar a la basura.
Espantado, Sam convenció a Gernsback que se las dejase llevar, a lo cual su jefe accedió. Cuentan que durante años Sam se lamentaba que ese había sido su viaje más caro en taxi, ya que eran tantas las pinturas que no podía llevárselas desde las oficinas en Nueva York hasta su casa en Nueva Jersey en su acostumbrado viaje en subte.
Salvo por la eliminación de las franjas verticales rojas en las paredes del cohete y el agregado del momento del impacto de un proyectil en su costado, esta tapa del prolífico Emsh permaneció inalterada. En Galaxie no se introdujeron cambios ni agregados.
Para terminar con esta reseña, recordaremos brevemente lo mencionado en nuestra entrega anterior sobre estas tapas. La obra original de Chesley Bonestell es la que reprodujeron en la revista estadounidense. Valga recordar aquí que en nuestra opinión, los editores de Más Allá arruinaron la pieza original con el agregado de esa formación rocosa a la izquierda de la imagen con la consecuente eliminación del cohete en la posición vertical.
Al respecto, ahora completaremos la cita de Charles Colton con este cínico remate de Oscar Wilde:
«La imitación es la mejor forma de adulación
que la mediocridad puede rendir a la grandeza».
En el caso de Más Allá, sus «imitaciones» de tapas tal vez no fueron un elogio sino por motivos económicos o de contratos con la editoriales extranjeras. Sea cual fuese el caso, creemos que mejoraron el original salvo en este último caso de la expedición a Marte.
En nuestra próxima entrega hablaremos sobre seis tapas de Más Allá, también copiadas, pero no de las portadas de otras revistas, sino de sus páginas interiores.
Carlos Altgelt
Escritor, coleccionista y especialista en historietas
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