23 de diciembre, 2020

Reseña

Obra grosa

El creador marplatense, dibujante en todas las etapas de Fierro, acaba de lanzar dos potentes tomos «Argentina Potencia» y «Los años metálicos», ambas historietas publicadas en nuestra revista. No sólo los prologuistas Juan Sasturain y Peter Bagge lo aplauden, también nosotros, sus lectores.

 

Obra grosa

Sabemos que las verdaderas obras, en cuestión de historietas, suelen ser el resultado de una acumulación previa: llámese páginas, capítulos o viñetas. Lo que sucede durante ese período de acumulación es determinante. Las madrugadas de intenso laburo, sumadas a la publicación más o menos periódica de ese material (en revistas de papel o web) junto a los imponderables de un país como el nuestro, terminan por moldear el espíritu maravilloso de este tipo de trabajos que jamás ocultan las costuras de cómo se hicieron, cómo se rehicieron y hasta, incluso, cómo se transformaron durante ese camino de creación seriada. Este tipo de obras son vitales, nunca perfectas; siempre genuinas.

Si bien el mecanismo folletinesco no garantiza el éxito, al menos es una forma de creación que dio altísimos resultados* y que se opone a otro tipo de fórmulas creativas como el acopio silencioso (celoso) de páginas, capítulos o viñetas que, un día cualquiera, se las saca a luz como unidad inesperada: las novelas gráficas, por ejemplo.

Las historietas que nos interesan son, claro, las que se van mostrando de a poco y se demoran en desnudarse del todo. Historietas, en definitiva, generosas, porque se someten al juicio continuo de un lector (el lector de historietas), acaso ocasional, y al que hay que mantenerle activa la memoria ya que, por lo general, está acostumbrado a leer de manera desordenada. Porque la historieta, por su modo producción/publicación, propone una lectura sin orden aparente o, al menos, ofrece la posibilidad de desordenarse cuando, por ejemplo, un capítulo no sale por demora del autor, o porque la revista deja de salir. Sin embargo, en ese desorden, ningún lector desatiende el lugar y espacio donde se produjo la historieta, está atado a ella.

Por eso, en este tipo de obras publicadas, episodio tras episodio, es donde más claramente (saludablemente) se advierten las huellas que el autor va dejando en su camino, es decir, durante su recorrido hacia el objetivo final: la obra. Y a nosotros, a fin de cuentas, lo que nos importa es el camino.

Juan Carlos Quattordio es un gran caminador. Un dibujante que se lanzó a inventar su propio camino porque los conocidos lo aburrían. Y una vez que encontró su propia ruta, decidió que lo vería todo, lo escucharía todo, lo nombraría todo para compartirlo con todos. En su camino (su obra) no hay tiempo para parajes, siempre hay movimiento. Un ejemplo de todo lo dicho son los dos libros que acaban de editarse y que reúnen (mayormente) su obra publicada en Fierro, a saber: «Argentina potencia» y «Los años metálicos»**, el primero con prólogo de Juan Sasturain y el segundo con elogios de Peter Bagge. Respaldos de este tipo no se consiguen haciendo dedo en la ruta.

Ambos trabajos marcan un camino distinto dentro de la urbe de la historieta argentina. Es cuestión de saber mirar y leer. En ellos está casi todo: el Judas Riff (potentísima génesis) que se editó también en la Fierro primera; la historia heavy del melancólico Yon y su banda en «Los años metálicos», que se leyó en la Fierro segunda; y el gran relato de esa saga llamada «Argentina Potencia» donde hay un Quattordio contenido en el uso color y en los negros de dibujo, pero desbordado de imaginería, capaz de crear personajes memorables y dejar en claro –de una vez y para siempre– que si en la argentina hay superhéroes, ellos también son peronistas. Estas dos obras –excelentemente editados por el sello Deux Studio- incluyen gratas sorpresas, como la inédita «Los años dorados» y una serie de textos escritos por el mismo Quattordio donde se reflejan sus obsesiones: el rock, la amistad, y la historieta como arte y camino de toda posible salvación.

Como lectores de historieta somos todos lectores desordenados. Y a Quattordio (como a Solano, como a Breccia, Oesterheld, Sasturain o De Santis) lo fuimos leyendo de esa manera desde siempre, entre saltos de páginas, entre recopilaciones y olvidos de capítulos, entre publicaciones aparecidas y publicaciones desaparecidas. La lectura de historieta es un hermoso accidente. Y ahora que salieron estos dos libros, se confirma lo que intuíamos desde hace mucho: nada en Quattordio es azaroso, su obra fue forjada con paciencia. Es grosa, es decir, realmente admirable.

Estos dos tomos son la clara demostración de por qué Quattordio es un imprescindible a la hora de repasar la historia de los últimos 30 años de la historieta argentina: un verdadero contador de historias, un dibujante con altísimos momentos, con páginas para la memoria, y, sobre todo, un autor que nunca miente en su objetivo último: la historieta como imaginación para remediar un poco nuestra cada vez más desdibujada existencia.

* Enumere usted aquí esas inolvidables historietas que nacieron, capítulo tras capítulo, en publicaciones más o menos periódicas y que más tarde alcanzaron el libro.

** «Los Años Metálicos» recopila la historieta del mismo nombre aparecida en FIERRO en 2008, y además ofrece todas las historietas del personaje Judas Riff desde 1985 al 2004 aparecidas en Riff Raff, Fierro y La Mano. Y ofrece la inédita «Los años dorados», tercera parte independiente de la trilogía «Los años»; y «El chabón del poster», historieta que cuenta el encuentro de Quattordio con el cantante Geoff Tate, de Queensryche. En tanto que «Argentina Potencia», recopila la historieta aparecida en Fierro en 2014 y ofrece un portfolio inédito ilustrado por varios autores argentinos.

Zona de prólogos:

Peter Bagge/Los años metálicos:

«Los Años Metálicos», obra de Juan Carlos Quattordio, es una historia increíblemente bien construida, que evoca recuerdos muy vividos que sacuden tanto al personaje principal Yon como seguramente lo  harán con el lector. Eso asumiendo que sos lo suficientemente grande como para acordarte de la décadas de los ochentas y los noventas como realmente fueron. Sin embargo, «Los Años Metálicos» es también una historia de amor agridulce, que estoy seguro hará conexión con todo tipo de público. Me saco el sombrero ante Juan por hilvanar todo esto en una sabia y excelentemente ejecutada pieza de arte en forma de historieta, como solo un artesano podría hacerlo».

Tacoma, Washington 2020

Juan Sasturain/Argentina Potencia:

«El aparente sentido común que rige el verosímil de la Aventura –así, con mayúscula, como le gustaba escribirlo a Oesterheld- nos indica desde siempre que lo extraordinario (y la Aventura es lo contrario de la Ordinario, por definición) sucede en Otra Parte. En otro tiempo, en otro lugar, en otra dimensión. Y sólo allí. Con el creador de El Eternauta aprendimos o aceptamos sin sorpresa que el contexto de escritura / lectura, y el contexto del fantástico suceso aventurero podían coincidir: las cosas inusuales pasaban en el mismo tiempo y lugar en el que eran escritas y leídas. Y el papel del héroe como sujeto de la aventura no estaba predeterminado: se hacía héroe en la Historia nacional y en esa historia particular, no antes o fuera de ellas. No había contradicción ni extrañeza en el imaginar: el imperativo del realismo fotográfico cuasi documental era un cliché como cualquier otro, un condicionamiento más de la subordinación cultural. La pelea por liberar la imaginación (pensarse, soñarse) era y es tan importante y condicionante como la descolonización política y económica. Así de simple, poderoso y difícil de asumir con naturalidad. Llamamos aventurarse a esa capacidad de poder pensarse sujeto del desafío imaginario. Y aventurador al que trata de vivir a la altura de lo que ha llegado a aventurarse a imaginar. Algo así. Esta poderosa e inusual historieta -en trámite de ejecución y reflexión- que nos propone Quattordio con la autoridad y la profesionalidad que da el trabajo y la consecuencia de años, es un hermoso y osado experimento visual y narrativo. Bienvenido, una vez más, como todo lo que ha generado, durante décadas, el espectáculo de los superhéroes criollos en el corazón del siglo XX y de la política argentina contemporánea. En un solo gesto complejo y abarcador, Argentina Potencia conecta con fluidez Historia y Mitología, política y ciencia ficción, homenaje y originalidad, con la impunidad que dan la destreza gráfica y el saber contar. Salgamos a ver una vez más a los superhéroes voladores, vayamos a la Plaza una vez más a esperar el milagro de la Justicia triunfante».

Septiembre de 2020

 

Lautaro Ortiz

Lautaro Ortiz

Es poeta, periodista, y guionista. Trabajó con los dibujantes Juan Soto, Pablo Túnica, Lucas Nine e Ignacio Minaverry. Es director de Fierro.