26 de octubre, 2022
Humor ácido
En abril de 1974, el humor del «Negro» recayó sobre uno de los personajes gauchescos más longevos en tiras de diarios: Lindor Covas de Walter Ciocca. Como lo dijimos antes, estas páginas rescatadas (restauradas), halladas en Satiricón están prohibidas para literales.
Por Judith Gociol
«El que diga que nunca lo leyó que tire la primera boleadora», desafía la revista Satiricón, al presentar «Feor Covas», otra de las parodias/sátiras que publicó Roberto Fontanarrosa en el número 17 del mensuario, en abril de 1974.
Alude –como era evidente para los lectores de entonces– a «Lindor Covas, el cimarrón», la historieta de Walter Ciocca, aparecida en La Razón desde el 10 de noviembre de 1954 (oportunamente un Día de la Tradición) a lo largo de más de 26 años. Fueron unas 8.000 tiras que la convirtieron es la más longeva de las viñetas gauchescas incluidas en un diario.
La trama original se desarrolla a partir de dos líneas narrativas. Uno es el clásico eje gauchesco (un héroe desertor que huye de las autoridades, combate a los malones, pelea con extraños...) y el otro -que le da originalidad a la tira- hereda recursos del folletín y la fotonovela: los sucesivos desencuentros de Lindor con Ana Rosa, su mujer, tomada cautiva por los indios. Él la busca y siempre está a un paso de recuperarla pero nunca lo logra; ella, en cambio, lo cree muerto y rehace su vida.
Esta segunda línea es la que, con el rol de los protagonistas invertido, retoma Fontanarrosa en esta versión que, tal como se aclaró en Prohibido para literales, es parte de una saga de lo políticamente incorrecto.
En esta entrega aparecen los juegos con la estructura y las connotaciones de las palabras; los gags al ritmo de (casi) uno por cuadritos y las referencias a la coyuntura… todas marcas que se consolidaron paulatinamente como parte del estilo del rosarino. Entre esos recursos incluye a otras lecturas populares de los años 70 (como Hijitus y la tira gauchesca «Fabián Leyes» de Enrique Rapela) y hasta a Ceferino Namuncurá, que fue beatificado por la Iglesia recién en 2007 pero ya por esos años era considerado un «santo» por el pueblo patagónico. Todo esto sin referir al desenlace de la historia para no adelantar lo que pueden leer acá.
En la última tira publicada por Ciocca, en enero de 1981, el personaje monta a su caballo campo traviesa. En el camino se cruzan con un paisano que lleva una niña y ocurre el siguiente diálogo:
-Adiós Lindor.
-Adiós amigo.
-Tata, ¿quién era ese gaucho?- pregunta la nena.
-Lindor Covas, hija, un gaucho para el recuerdo.
Según reveló Satiricón, sin embargo, nada fue como parece. El mismísimo autor, dicen, se acercó a la redacción para confesar que la verdadera historia del gaucho matrero no era la larguísima producción para La Razón sino ésta que aquí se publica firmada con un seudónimo: Roberto Fontanarrosa.
Judith Gociol
Periodista, investigadora, editora y curadora.
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