Fierro a Salvo

¿Ya es vieja la pregunta acerca de cómo se lee historieta por fuera del papel y a través del vidrio? ¿Ya pasó la hora de interrogarse y reflexionar sobre el placer de leer en uno o en otro formato? ¿Qué nos pasa como lectores frente al moderno e hipnotizante resplandor y qué dulce melancolía nos abraza cuando volvemos los ojos hacia la palidez de una página? ¿Ya pasó este tipo de interrogantes? ¿Ya fue, ya está, ya nos acostumbramos?

Mientras armábamos esta sexta entrega de Fierro web (que abraza mitad marzo-mitad abril), mientras cerrábamos el tercer libro digital exclusivo para suscriptores; definíamos criterios gráficos y logos del nuevo suplemento al que llamaremos «SALVO» y que estará online dentro de poco (un espacio dedicado a la historieta joven y digital); mientras diseñábamos una nueva sección titulada «Fondo Blanco» para retomar el vicio de la crítica de libros (hoy más en PDF que nunca); y ensayábamos la manera de mostrar más y mejor a Del Castillo en «Randall»; a Gutiérrez en «Hacia Mundos extraños»; a Oski; a Copi; y mientras nos invadía la alegría por la llegada del siempre asombroso Crist; el retorno de Jorge Quien; el hallazgo de algo más de Paco Urondo; y la confirmación de las entrevistas a la legendaria Martha Barnes y al misterioso (y nunca olvidado) Ojeda/Artó, nos decíamos, nos preguntábamos: ¿ya fue, ya no pensemos más en esas cosas? ¿da lo mismo?

Y entonces nos dimos cuenta que inconscientemente (hacer y trabajar en una revista de historieta es un acto de plena inconciencia), ya nos habíamos respondido el mes pasado cuando anunciamos la salida de una nueva colección de libros llamada “Las series de FIERRO”. Y ahora nos volvimos a topar con la misma respuesta al informar que esa colección -que reunirá las historietas salidas en la web- ya está en camino de la imprenta y que, como dice el aviso que dispara nuestro logo, si sos suscriptor tenés ventaja. Y ojo que habrá preventa (la semana que viene anunciaremos la fecha). Y otro ojo: los libros los editamos junto a Hotel de las Ideas, eso es más que una garantía.

¿Ya caducó la pregunta acerca de si es mejor o peor leer en papel o digital? ¿Ya nos acostumbramos?

Final 1: Por alguna razón, me acordé del famoso encuentro, en plena selva, entre Humboldt y un loro hablador. La versión más digna de ese relato asegura que era tan veloz la transformación lingüística entre los hombres de la tribu que cuando el pajarraco lograba repetir una palabra, ya era inentendible para todos. A pesar de esa demora en el aprendizaje, el ave fue el único ser vivo capaz de contar el final del cuento: desde la soledad de una flaca palmera confesó al naturalista las terribles causas que originaron la desaparición del pueblo entero.

Final 2: Por otra razón, me vino a la memoria una noticia sobre un pueblo en la India que tiene la mayor cantidad de celulares por habitante y al mismo tiempo el mayor índice de analfabetismo. Y nadie se lamenta por semejantes coincidencias. Aseguran que con el envío de memes y emojis se puede confeccionar hasta la lista del supermercado.

Final 3: Y en busca de una nueva razón, hallé en la web que el fraile Gabriel Sagard, después de convivir años en el norte americano relató asombrado en su Gran viaje al país de los hurones (una de las biblias de Pratt y Oesterheld para Ticonderoga) que apenas si encontró a dos habitantes de una misma familia que hablaran la misma lengua, un detalle que no impidió en nada el normal funcionamiento económico y político de la tribu.

Ilustración: Iñaki.