El mes del signo (¡!)

Volvió la colección de historietas de Fierro. Los signos de admiración de esta realidad se los dejamos a ustedes, porque nosotros hace más de un año que estamos admirados. Admirados por la perseverancia de nuestros lectores, de nuestros colaboradores, de nuestros amigos. Signos de admiración para todos y todas. 

Fue complicado, pero volvimos. Porque hacer y leer historietas no es cosa fácil, antes que nada es una manera de ver y leer el mundo, un modo de vivir y de comprender que la única manera de abrir puertas es limar, día a día, esa llave que el tiempo insiste en oxidar. Con la debida paciencia, y enfrentando las dificultades, la puerta nos dejará ver lo que buscamos: la vida con mucho de aventura. (La desventura se la dejamos a los comerciantes de libros). 

Fierro no se rinde. (Un signo de admiración acá, por favor). 

La vuelta de la Colección papel arranca con el libro que correspondía a nuestro  plan inicial: «Hércules Myst», detective afincado en la Patagonia, de borceguíes y pantalones cargo, y hábil para andar entre montañas empinadas y nevadas. Es propenso a tirar del gatillo y soplar puteadas. Para que no gaste tanto cartucho y saliva, está Lucy, secretaria, enamorada, chica lista y linda que lo guiará a encontrar una explicación acerca de una serie de fenómenos paranormales. Todo es oscuro como en los bosques oscuros dominados por los invasores como Bennetton, y donde Interpol se pelea con la policía local, a cargo del poco resolutivo Comisario Savino.

Este es el primer libro de Hércules, y ésta su primera gran aventura. Toda obra de Jorge Lucas, gran mezclador de fotos y dibujos, de lápiz y Photoshop, de policial duro y comic dark. Estamos admirados. 

Como también lo estamos con esta edición 13 que trae a nuevos amigos: el gran Ariel Olivetti en tapa, con un Fierro que, entre la huella embarrada y el cielo a pincelazos, amenaza con revelar unas cuantas verdades; la presentación de Diego Pagani (que llegó con carta de recomendación de nuestro querido Dante Ginevra); y las muchachas y muchachos que todos los meses reúne Nico Línea en el Suplemento Salvo. Pero además, hay despedidas: aquí termina «Cabeza de dibujante» de Gustavo Sala quien, durante un año y un mes, todos los miércoles, creó, jugó y deliró, con los avatares de un dibujante que no sabe dibujar. Pero no lloren, porque la serie de Sala en unos días será el nuevo libro de la Colección que dimos en rebautizar: «Series de Fierro». Y una más: volvió el gran Lobato con nuevos retratos que no pueden dejar de ver. 

Estamos admirados, como la chica de Muriel Bellini que ilustra estas breves palabras. Ustedes entienden.