El amigo italiano: Ivo Pavone

Poco tiempo atrás recordábamos los 25 años de la muerte de Hugo Pratt, y ahora -en medio de esta cruel pandemia- nos llega desde Venecia la triste noticia de la partida de Ivo Pavone, su gran amigo de aquellos jóvenes años de la pos-guerra, del audaz comienzo con la revista Asso di Picche, y de la aventura argentina.
Con Pavone se fue el último As de ese póker fantástico de talentosos italianos con Pratt, Mario Faustinelli y Alberto Ongaro (el históricamente llamado «Grupo de Venecia»), que nos deslumbrara en los años de la Época de Oro de la historieta argentina.  
Ivo, el más joven de los cuatro, el amigo fiel, fue un humilde y talentoso dibujante que brilló con su «Hueso Clavado» y otros westerns, género que para él era «la quintaesencia de la más pura de las aventuras. Un hombre sobre su caballo, en medio del desierto, de la pradera, es ya de por si una aventura».

Acá evolucionó como dibujante, triunfó, se casó con la bella argentina Nelly Hnatyszyn y tuvo dos hijas. Luego volvió a Venecia, en donde continuó una profusa carrera dibujando para publicaciones francesas e italianas.
Vivía rememorando sus años en nuestro país. Su hermoso piso, en el Lido veneciano, frente al Adriático, estaba siempre abierto a los amigos.
Poco tiempo atrás, antes de este final, llegó a realizar una muestra en el Lido de algunas de sus páginas legendarias, y a presentar un pequeño librillo con dibujos y Aforismos plagiados e non… prima del Coronavirus, pruebas de su especial sentido del humor.

Ivo Pavone y Aldo Pravia

Antes de partir llegó a leer, y a disfrutar (según sus propias palabras), el libro sobre su gran amigo Hugo, el «otro Tano» que tuve la dicha de escribir.
Siempre estará presente, porque me dejó un «hueso clavado» en el corazón.