La Corte Suprema de Justicia ratificó hoy las condenas de los acusados por la Tragedia de Once, ocurrida en febrero de 2012, en la que murieron 52 personas y casi 800 resultaron heridas.
El alto tribunal rechazó las apelaciones de los condenados, por lo que las sentencias quedaron firmes, ya que no existe otra instancia de apelación. De esta forma, fue ratificada la condena a cinco años y medio de prisión al ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, y la de tres años y tres meses del maquinista del tren Marcos Antonio Córdoba, además de otros 16 acusados.
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La sentencia del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime quedó pendiente de resolución por el momento. En tanto, la decisión de la Corte no alcanzó al ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, porque su apelación aún no llegó al máximo tribunal del país.
Por su parte, los supremos rechazaron los recursos "por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia".
El maquinista
Hace días, Marcos Córdoba, el maquinista que conducía la formación de la “Tragedia de Once”, reconoció que ese día del choque había anulado el dispositivo de frenos conocido como "hombre muerto", pero aclaró que “no” fue con intención de generar una tragedia en la que fallecieron 51 personas.
En sus dichos, Córdoba afirma: "Yo tengo responsabilidad, anulé el dispositivo, pero no lo hice a propósito, nunca imaginé que algo así iba a ocurrir". No se trata de una declaración formal como acusado, sino de una charla que tuvo Córdoba con una asistente social y una psicóloga que difundió Gregorio Dalbón, abogado de la querella más numerosa de víctimas de la Tragedia de Once.
El freno conocido como "hombre muerto" es un dispositivo con el que cuentan los trenes que implica que el motorman debe accionar todo el tiempo una palanca, caso contrario el vehículo se frena automáticamente. El sistema (y de allí proviene su nombre) se ideó para que el tren frene si por algún problema el maquinista perdiera la conciencia y con ello, el control sobre la locomotora.