En noviembre de 2024, el índice de salarios que mide el Indec se incrementó un 3,8% mensual y 159,1% interanual. Por ende, teniendo en cuenta que la inflación para el mismo mes se había ubicado en el 2,4%, las remuneraciones de los trabajadores y trabajadoras recuperaron algo del poder adquisitivo perdido en los últimos meses.
El indicador de salarios mide tanto los haberes para los trabajadores registrados y el sector público; también se da cuenta de los ingresos para los asalariados no registrados, pero dicha información presenta un rezago de seis meses. En el desagregado, el alza para los trabajadores formales tuvo un alza del 3,3%, por ende, los salarios le ganaron a la inflación en 0,9 puntos porcentuales. Sin embargo, los trabajadores del sector público tuvieron un alza salarial por debajo de la media. De acuerdo al Indec, la suba fue del 2,7% frente a una inflación del 2,4% mensual.
El indicador acumula una suba de 138,0% respecto a diciembre de 2023. En términos interanuales, el índice de salarios mostró una suba de 159,1%, como consecuencia de los incrementos de 167,4% en el sector privado registrado, 127,4% en el sector público y 198,9% en el sector privado no registrado.
“Para noviembre de 2024 el índice de salarios acumuló una suba de 138,0% respecto de diciembre del año previo, debido a subas de 140,8% en el sector privado registrado, 115,6% en el sector público y 177,7% en el sector privado no registrado”, puede leerse en el último informe del INDEC.
Con el decreto 815/2024 de septiembre último, el organismo que conduce Marco Lavagna, quedó facultado por el Ejecutivo para modificar su forma de medir el " Coeficiente de Variación Salarial". El indicador que se publica todos los meses y que establece el salario promedio para los trabajadores registrados y no registrados, tanto del sector público como del privado. Tal como sucedió con la medición de inflación, no hubo avances en la materia.
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Lenta recuperación
Las fuentes de empleo que se destruyen no se recuperan rápidamente, sobre todo cuando sectores clave para la generación de trabajo -como industria y construcción- son directamente afectados por las políticas económicas en marcha. Al respecto, si se mira para atrás, 187.000 trabajadores registrados perdieron su empleo en un año, un número que alarma y no llega a ser compensado por la leve recuperación de finales del 2024. ¿Qué esperar entonces para lo que viene? Según estimaciones privadas recién en enero de 2026 podrían empezar a recuperarse todos los empleos que se perdieron desde agosto de 2023, cuando empezó la contracción.
Así lo advirtió un informe de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) que mostró que se tardaría al menos dos años y medio en recuperar los puestos perdidos en estos meses. Hay que considerar, además, que el nivel con el que inició el gobierno de Javier Milei lejos está de llegar a cumplir con las necesidades laborales de la población argentina que viene sorteando, a duras penas, el impacto de la caída de la actividad económica y la pulverización salarial.