Este miércoles 30 de octubre el presidente Javier Milei visitará la provincia de Córdoba, en el marco del 47º aniversario de la Fundación Mediterránea, entidad que nuclea a numerosos empresarios locales. En la previa de la llegada del jefe de Estado, el gobernador Martín Llaryora volvió a criticar el esquema de retenciones a las exportaciones agropecuarias y aseguró que "el proceso de baja permitirá que ese dinero quede en mano de los productores, posibilitando generar más inversiones con la transformación de la materia prima".
Llaryora y el ministro de Bioagroindustria, Sergio Busso, recibieron a los integrantes de la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias de Córdoba (CEEA) y se comprometieron a trabajar de forma conjunta para lograr un proyecto de reducción gradual de las retenciones "en la medida en que el superávit fiscal se vaya consolidando" y se produzcan nuevas fuentes de ingresos de dólares provenientes de otros sectores productivos.
Autoridades y dirigentes sostienen que desde Córdoba "ya se fueron más de 40 mil millones de dólares" por este impuesto, a partir de su implementación en el año 2001. Asimismo, el Gobernador expuso su posición en materia de biocombustibles, que "juegan un papel central para agregar valor a la producción primaria” y reiteró la importancia de que el Congreso apruebe una nueva ley que suba el corte.
Tras realizar una gira por Paraguay, el mandatario provincial afirmó que, en ese país, "el corte ya está en 25%, y Brasil lo va a llevar al 32%". De esta manera, sostuvo que "elevar el corte hace que el grano no tenga que salir en camión, y haya empresas que lo hagan producir, lo cual genera muchísimos puestos de trabajo”. En ese marco, planteó que "Brasil ya está en el 60% de la industrialización de sus granos, y Estados Unidos, en el 80%", mientras que "Argentina está apenas en el 20%".
Luego que el tema quedara postergado en la Ley Bases, el mandatario cordobés hizo referencia a las modificaciones que pretende sobre la Ley 27.640 e impulsó un nuevo marco legal para que los biocombustibles se transformen en uno de los ejes del crecimiento. “El país necesita encender nuevos motores de la economía para que el agro no sea el único motor para la generación de dólares”, expuso durante el Tercer Congreso Internacional de Maíz realizado a fines de agosto.
Los pedidos concretos a la administración de La Libertad Avanza (LLA) se producen en un contexto de recesión, donde las provincias sufrieron un recorte de transferencias en torno al 80% comparado con la ejecución presupuestaria del año pasado. Esto implicó un ajuste de partidas para obras públicas y programas específicos con incidencia en todos los municipios del país.
Llaryora ponderó la inclusión social y se distanció del modelo de ajuste de Milei
En el marco del evento por el 85º aniversario de Comercio y Justicia, Llaryora se diferenció del ajuste que promueve la gestión libertaria y afirmó que "el Estado tiene que administrarse inteligentemente, pero tiene que generar un entorno con la gente adentro". En ese sentido, manifestó: "La economía sin la gente adentro no tiene sentido, termina siendo un vaso vacío. La economía debe ser un instrumento de desarrollo humano".
Llaryora destacó la creación del Ministerio de Cooperativas y Mutuales, una medida que refuerza la importancia de las economías solidarias y que contrasta con el discurso libertario, que se basa en la reducción del Estado. “Aunque los vientos hoy soplen en contra, estamos convencidos de que la colaboración entre lo público y lo privado es esencial. Los que somos del interior no tenemos que explicar el movimiento cooperativo: en muchos lugares, sin él, no habría nada", remarcó.
En tanto, también destacó la importancia de los medios independientes y la pluralidad de voces como ejes fundamentales para fomentar la libertad de expresión y sostuvo que “la democracia se apaga cuando se apaga la discusión y los lugares donde puede expresarse". Esto también lo separa del presidente Milei, quien arremete de manera deliberada contra el periodismo. En el lanzamiento de su partido a fines de septiembre, el jefe de Estado realizó un discurso violento y cuestionó "a la casta periodística" y a "los micrófonos ensobrados".