En medio de la bajante histórica que vive el Río Paraná, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible arbitra los medios necesarios para controlar los incendios en las zonas de islas y márgenes mientras dure la emergencia. A raíz de la falta de agua, empezó a haber peligro de incendios en los alrededores.
Por ello, la cartera que lidera Juan Cabandié articula con los ministerios de Seguridad y Defensa en pos de garantizar que no habrá incendios en las cercanías. Se refuerzan los recursos en el lugar para robustecer la contención de incendios forestales: el Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) articula una base de operaciones en Victoria, Entre Ríos, para brindar respuesta a emergencias en el delta medio, la que ya cuenta con 12 combatientes de la Brigada Nacional.
Cabandié dijo que “si bien el río Paraná tiene ciclos de bajantes y crecientes, la intensa sequía como evento extremo con origen en el cambio climático, la deforestación en la cuenca y la reducción de los humedales acentúan la problemática”. En ese sentido, afirmó: “Los incendios forestales se ven favorecidos por la sequía, sobre todo cuando se quema en pleno invierno, como ocurre este año y como pasó en 2020 y en 2008”,.
También, el Ministerio de Seguridad de Nación sumó 10 brigadistas más de la Brigada de la Policía Federal Argentina con base en el delta bajo, en el norte de la provincia de Buenos Aires. La Administración de Parques Nacionales tiene a disposición otros 10 brigadistas, de las áreas protegidas Ciervo de los Pantanos y Pre-Delta. En tanto, se despliega un helicóptero del Ejército Argentino, dispuesto por el Ministerio de Defensa, y están a disposición las lanchas en el marco de la iniciativa Faros de Conservación que lidera el Ministerio de Ambiente. Todo sumado a las cuadrillas ya presentes de las jurisdicciones involucradas.
Por otro lado, la cartera de Ambiente nacional brinda capacitaciones a cargo del SNMF para estandarizar la formación de las brigadas provinciales y fortalecer las capacidades teórico-prácticas de los brigadistas forestales.
Por la histórica bajada del Río Paraná, el gobierno nacional declaró este lunes el “Estado de Emergencia Hídrica” en la región de la cuenca del río Paraná, por 180 días, a través del decreto 482/2021, firmado por el jefe de Gabinete Santiago Cafiero y publicado en el Boletín Oficial. Se trata de las zonas de las provincias de Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires.
La medida faculta al jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, en su carácter de presidente del Consejo Nacional para la Gestión Integral del Riesgo y la Protección Civil, a "delimitar las áreas afectadas por la emergencia". Asimismo, el decreto instruye a diferentes áreas del Gobierno a adoptar medidas para "mitigar las consecuencias de la grave situación que genera la bajante".
Bajante histórica del río Paraná
La inédita bajante que presenta hoy el río Paraná podría superar en los próximos meses la marca histórica del año 1944, cuando registró 1,39 metros por debajo del cero, mientras la falta de agua ya provocó profundos cambios en el humedal y toda la avifauna que habita la zona.
Así lo manifestó a Télam el integrante de la organización ecologista El Paraná No se Toca, Pablo Cantador, quien dijo que la inusual bajante del río "persistirá por los meses venideros" y que la falta de agua "ya provocó profundos cambios en el humedal". "Los cambios son impresionantes, existen sectores donde ya no se aprecia vegetación acuática ni palustre. No hay bañados, lagunas ni camalotes, el humedal se parece más a un campo seco", añadió.
Cantador agregó que hay lugares del río que hoy se pueden recorrer a pie "cuando antes eran sitios navegables con una profundidad de más de 2 metros. El riacho Paranacito, que va a la reserva del Legado Deliot, está seco y por ahí, antes de la bajante pasaban barcazas con ganado". "El invierno ha secado mucho la vegetación y todo eso hace que las condiciones estén dadas para que haya grandes incendios otra vez. De hecho, hoy hay quemas a la altura de la localidad de Gobernador Gálvez", reveló.
Otro problema que trajo aparejada la bajante "es la gran depredación ictícola, con redes de arrastre y hasta en el canal de navegación del río". Y afirmó el ambientalista: "Es impresionante ver cómo se pesca, no se respeta la veda ni se controla".