Los bloques de la oposición en Diputados irán este martes por la revancha en el intento de derogar el DNU 846 que modificó las condiciones de canje de deuda de manera que no deba pasar por el Congreso y el ministro de Economía, Luis Caputo -con gran expertise en endeudar al país-, tenga las manos libres. La convocatoria de la semana pasada se frustró por influencia de los gobernadores dialoguistas, que ahora tendrán de nuevo un papel decisivo en la formación del quórum. Lo que ocurra en esta primera jornada de sesiones especiales en Diputados influirá en lo que suceda el miércoles y el jueves, pedidas por otros bloques para tratar otros temas. En un Parlamento polarizado y bloqueado, podría llegar a darse la rareza que ninguna jornada consiga quórum.
En total, son cinco sesiones especiales comprimidas en tres días. Es la última semana de sesiones ordinarias y las bancadas se juegan a tratar los proyectos que son su interés. En caso de que el Ejecutivo convoque a extraordinarias -sobre lo que no hay certezas-, será únicamente para los temas que proponga la Casa Rosada. La primera de las cinco convocatorias está agendada para este martes a las 13. El diputado radical Martín Tetaz quiere llamar la atención sobre su proyecto de "democracia sindical", que ni siquiera consiguió dictamen en la comisión de Legislación Laboral que preside. Con el Gobierno en plan de diálogo con la CGT, la propuesta no entusiasma a casi nadie. Para más, sin dictamen, necesita una mayoría especial de dos tercios para su tratamiento, aunque Tetaz busca forzar otra interpretación reglamentaria. "Es el gran día de revelación, veremos quién se hace el boludo", sostuvo.
El bloque de la UCR que preside Rodrigo de Loredo lo acompañó con un comunicado, pero puso como prioridad que se debata al Presupuesto 2025, la gran preocupación de los gobernadores. Advirtieron que la posibilidad de prorrogar por segundo año el presupuesto de 2023 "habilita al Gobierno nacional a administrar recursos públicos con una discrecionalidad alarmante". La paralizada discusión presupuestaria mantiene en vilo a los gobernadores de Juntos por el Cambio que siguen esperando que la Casa Rosada los convoque para reabrir las negociaciones. "El Gobierno pretende tener un presupuesto siempre y cuando sea el presupuesto que mandó. Si quieren incluir gastos sin decir de donde financiarlos, no estamos de acuerdo", insistió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, este lunes.
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Los gobernadores dialoguisats venían planteando una lista de reclamos de cinco puntos que el Gobierno desechó de movida porque, según sus cálculos, implicaba desembolsar unos 3.700 millones de dólares. La Casa Rosada está dispuesta a negociar condiciones con cada gobernador individualmente y evitar las medidas grupales como -algo que estaba en la lista de cinco puntos- que impuestos con asignaciones específicas se añadieran a la masa de recursos coparticipables. El Ejecutivo quiere beneficiar a los gobernadores amigos y no a todos, como al bonaerense Axel Kicillof, primero en la tabla de enemigos. Los mandatarios provinciales de la UCR y el PRO seguían intentando conseguir avances concretos con el Gobierno y persistía el interrogante acerca de qué actitud tomarán este martes.
La semana pasada, los gobernadores ejercieron presión sobre los diputados de sus provincias para que no dieran quórum en la sesión convocada para la derogación del decreto de canje de deuda.