Los gobernadores dialoguistas siguen navegando en incertidumbre. "La posición del Poder Ejecutivo es aprobar el presupuesto en los términos que fue planteado, sobre todo en cuanto al equilibrio fiscal", advirtió el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, respecto al pedido de reunión de los mandatarios provinciales que quieren conversar con él y el ministro de Economía, Luis Caputo. En caso de que el Gobierno insista en su idea de no atender sus reclamos y gestionar con un presupuesto prorrogado por segunda vez, los gobernadores amenazan con acompañar el pedido de sesión de la oposición no dialoguista para el martes con el objetivo de rechazar el decreto 846 que habilita a Economía a hacer un canje de deuda sin pasar por el Congreso. "Veremos qué sucede porque los gobernadores, por una razón u otra, siempre terminan haciendo lo que el Gobierno quiere", se atajaba uno de los diputados convocantes a la sesión.
La decisión del oficialismo de no emitir dictamen del Presupuesto 2025 y dejar a los gobernadores sin nada, puso a la oposición dialoguista en tensión. En especial, cuando el Gobierno avisó que estaba pensando convocar a extraordinarias únicamente para tratar la eliminación de las PASO, ignorando incluso lo que había prometido el presidente de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert, acerca de que seguirían negociando con los jefes provinciales. El gobernador radical de Mendoza, Alfredo Cornejo, y el PRO de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, quedaron a cargo de las gestiones con Francos y Caputo. Avanzado el sábado no se veían resultados. "Ha habido varias conversaciones, pero no hay nada programado todavía", avisó Francos en diálogo con Cadena 3.
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El jefe de Gabinete remarcó que la agenda de cinco puntos planteada por los gobernadores significaría "un impacto fiscal muy grande". En la Casa Rosada hablaban de un cálculo 3.700 millones de dólares que de ninguna manera pensaban resignar, por lo que el diálogo con los mandatarios provinciales parecería no tener chances de prosperar. “La Argentina necesita previsibilidad y calidad institucional, y no avanzar en los consensos necesarios sería un error”, respondió el gobernador de Chubut, Ignacio Torres, cuando le preguntaron por el Presupuesto en la visita que le hizo el viernes a su par cordobés, Martín Llaryora. “El gobierno central cobra impuestos con asignaciones específicas para rutas, puertos y obras públicas, pero no se ejecutan. Hay que eliminar o descentralizar esos impuestos”, agregó Torres, de posición oscilante con la Rosada.
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Ese es uno de los reclamos puntuales de los gobernadores, que se supone sin impacto fiscal para el Ejecutivo. Le piden que coloque en la masa de recursos coparticipables impuestos con asignaciones específicas -como el que se cobra en combustibles para obra pública- que el Gobierno dejó de utilizar para ese fin. Pero ni eso parece dispuesto a ceder Economía. La estrategia de la Rosada es negociar individualmente con cada gobernador e ir solucionándole problemas. A los de origen peronista, por ejemplo, los favorecieron en la distribución de los ATN. A Llaryora y al radical santafesino Maximiliano Pullaro, Caputo les firmó el pasado miércoles el aval para que ambas provincias reciban fondos del reino de Arabia destinados a avanzar en la obra del acueducto Paraná-Córdoba. En el presupuesto cordobés 2025, Llaryora se otorgó la posibilidad de tomar deuda por hasta 3.700 millones de dólares, algo para lo que también necesita la firma de la Casa Rosada.
Los diputados que se referencian en Llaryora y en Nacho Torres forman parte del bloque Encuentro Federal que preside Miguel Angel Pichetto. Varios de los integrantes de esa bancada -Nicolás Massot, Oscar Agost Carreño, Emilio Monzó- firmaron el pedido de sesión especial para este martes para la derogación del decreto 846 que habilitó a Caputo para hacer canjes de deuda sin respetar las condiciones impuestas por ley. Esto es, que deben mejorarse dos de las tres condiciones del canje -capital, interés o plazo- y la obligatoria aprobación del Congreso. En el primer intento por tratar el tema, los gobernadores lo bajaron porque estaban en medio de las negociaciones por el Presupuesto. Ahora que todo eso se cayó, la duda es si prevalecerá su enojo o seguirán prendiendo la vela a un Ejecutivo nacional que los maltrata, pero que cada tanto les soluciona alguna situación de emergencia.
Un diputado que venía trabajando en la sesión comentaba que, más que el tema en debate, en las conductas de los bloques influía la tensión comunicacional con un Ejecutivo que está pasando por su mejor momento y que juega a avasallar. Así, en el zoom que los jefes de los bloques dialoguistas mantuvieron esta semana con los gobernadores de Juntos por el Cambio, decían que quien se mostró más duro en las posiciones fue el jefe del bloque del PRO, Cristian Ritondo, que instaba a los mandatarios provinciales a no dejarse atropellar y salir con un proyecto propio de Presupuesto. Toda una rareza de quien, por momentos, da la sensación de ser más oficialista que La Libertad Avanza. "Yo creo que a los gobernadores les conviene tener el medio rechazo al decreto del canje de la deuda porque con eso lo obligan a Caputo a sentarse a negociar y, en todo caso, que por lo menos en marzo salga algún presupuesto", sostenía el diputado de una de las bancadas dialoguistas.
Lo del medio rechazo parecía difícil porque si eso se llega a aprobar el martes en Diputados, Unión por la Patria buscará forzar esta misma semana que el Senado complete la tarea. Lo adelantó el jefe del interbloque, José Mayans. "Los gobernadores le piden cinco puntos y se los rechazaron. Yo siempre dije que no les iban a dar nada", avisó el senador formoseño. Que se rechace el DNU 846 fue el pedido expreso que les hizo Cristina Kirchner a los jefes de los bloques parlamentarios al asumir como presidenta del PJ. Con todo, en la Cámara alta también necesitarán que algún otro bloque los acompañe y siempre les resulta difícil porque no abundan entre los legisladores del interior quienes desean mostrarse votando junto al kirchnerismo. De hecho, eso se viene dando incluso dentro de la propia bancada de UP en Diputados, con faltazos llamativos en las últimas sesiones.
Será la última semana de ordinarias en Diputados y, si bien es el que más destaca, el pedido sesión especial por la rechazo al DNU 846 no es el único. En total, hay cinco pedidos de sesión especial comprimidos entre martes, miércoles y jueves. El primero, que cuenta con menores chances, es el propiciado por el radical Martín Tetaz para tratar su proyecto de reforma sindical que ni siquiera tuvo dictamen en la comisión de Legislación Laboral que preside. El miércoles, la Coalición Cívica -con adhesión de los bloques de la oposición no dialoguista- convocó a tratar los proyectos de prevención de ludopatía y regulación de juegos de azar y apuestas en línea. Por último, para el jueves está pedido el tratamiento del proyecto de Ficha Limpia y el de juicio en ausencia, que impulsan desde el oficialismo y aliados.
"Una sesión está atada a la otra", analizaba un diputado opositor. Esto quería decir que si el Gobierno tenía alguna derrota, buscaría revancha con sus temas. De lo contrario, podría suceder que todas las sesiones se quedaran sin quórum y el período ordinario de sesiones terminara sin pena ni gloria. La convocatoria a extraordinarias quedaría entonces entre signos de interrogación.