La oposición no dialoguista buscará propinarle un duro golpe político al gobierno de Javier Milei en la sesión especial convocada para este martes para modificar la ley 26.122 que regula los DNU con los votos asegurados, según el poroteo que se hacía a última hora del lunes. Para la manera de gobernar que proyecta Milei, complicarle el dictado de decretos de necesidad y urgencia resulta clave y el Presidente adelantó que -una vez más- aplicará el veto. Existían más dudas respecto al segundo punto de la sesión: el rechazo al decreto 846 que modificó los requisitos para realizar canjes de deuda, un punto incluido en el temario por pedido del bloque de Unión por la Patria. La presión de la Casa Rosada a los gobernadores ponía en veremos que se mantuvieran los votos para su derogación, aunque la oposición sostenía sus expectativas. Después de amagar un enojo, Mauricio Macri volvió ordenarle a sus diputados que voten junto al oficialismo.
Será una prueba para saber hasta qué punto un sector de la oposición dejó de ser "dialoguista" y dispuesta a facilitarle las "herramientas" al Ejecutivo para que lleve adelante su ajuste, para convertirse en una oposición con todas las letras. La propuesta para modificar la ley de DNU -que data de 2006- fue realizada por la bancada Encuentro Federal de Miguel Angel Pichetto. Luego se plegaron Unión por la Patria y la flamante Democracia para Siempre que preside Pablo Juliano. Son los 12 diputados radicales que responden a Facundo Manes y Martín Lousteau que se abrieron del bloque de la UCR de Rodrigo de Loredo, donde permanecen sin despeinarse los llamados "radicales con peluca", que le votan todo a Milei.
La sesión está convocada a las 15 y si se suman los integrantes de Unión por la Patria, Encuentro Federal, Democracia para Siempre, Coalición Cívica, el FIT, más un larretista y un santacruceño superarán con holgura los 129 diputados necesarios para arrancar, alcanzando una cifra que se calculaba entre 134 y 137 diputados. La iniciativa busca cambiar dos aspectos centrales de la ley de DNU. Por un lado, le otorga a cada decreto de necesidad y urgencia que dicte el Presidente una vigencia de 90 días, plazo en el que necesariamente debe revalidarlo el Congreso. De lo contrario, pierde vigencia. Ahora el criterio es al revés: en tanto no lo trate el Congreso, sigue vigente. Por otro lado, para la futura derogación alcanzará con que una Cámara lo rechace, cambiando la actual obligatoriedad de que lo hagan los dos.
Días atrás, Milei calificó como "golpe de Estado". "Es cambiar las reglas a mitad de camino, ¿es normal eso?", se preguntó el Presidente, adelantando que vetará la reforma de la ley. Un decreto para vetar la ley que modifica los decretos es una anomalía que sólo puede darse en un Gobierno anómalo como el libertario. Después de dejar trascender su enojo por medio de sus comunicadores amigos por la falta de un acuerdo formal con el oficialismo, finalmente Macri coincidió con sus diputados de acompañar la estrategia de La Libertad Avanza. Obstaculizarán el quórum y no votarán a favor de ninguna de las dos propuestas. De nuevo, el macrismo amaga rabieta pero coincide con la visión que impera en la Casa Rosada: no tienen otro espacio donde ir que no sea acompañar al oficialismo.
La sesión está convocada para las 15 y la estrategia opositora será no alargar demasiado el debate y votar luego de un par de horas de discusión. A veces, cuando pasan muchas horas de sesión, algunos legisladores se vuelven más sensibles a las presiones oficiales. En principio, Unión por la Patria podía garantizar 94 de sus 99 integrantes debido a la posible ausencia del jujeño Guillermo Snopek y de los cuatro catamarqueños que responden al gobernador Raúl Jalil, que no aportarían al quórum. Si se concreta, será la primera vez que los representantes de Catamarca expresen en conjunto una estrategia diferente a la del bloque. Tal vez, un primer paso en el camino a la ruptura, como hicieron los tucumanos con Osvaldo Jaldo.
En el convocante Encuentro Federal, aseguraban 12 de los 16 integrantes, descartando los diputados que responden a los gobernadores del PRO Ignacio Torres y Rogelio Frigerio. En tanto que Pichetto apoyó aquella ley de 2006 que redactó Cristina Kirchner -otras épocas y circunstancias-, por lo que no votaría a favor de la reforma y se abstendría. Por su lado, los 12 radicales rebeldes estaban firmes y podrían sumar algún otro correligionario de la bancada oficial que preside Rodrigo de Loredo. Para variar, el bloque de la UCR no dará quórum, incluso teniendo presentados proyectos propios para modificar la ley de DNU. El FIT anticipó que aportará sus cinco diputados y se suponía que la Coalición Cívica iría con sus seis integrantes, pero sin confirmación. El santacruceño Sergio Acevedo -que firmó el pedido de sesión- y el larretista Alvaro González serían otros dos votos que acompañarán la reforma.
Según la fuente que se consultara, los votos se mantendrían respecto al segundo punto de la sesión o estaban en duda. Por pedido de Unión por la Patria, también se tratará el rechazo al DNU 846 por el cual el Ejecutivo bloqueó el artículo de la ley de Administración Financiera que establecía las condiciones en las cuales se podía hacer un canje de deuda -mejorando dos de los tres puntos vigentes: capital, plazo o intereses- y la obligación de pasar por el Congreso. El presidente de la Cámara, Martín Menem, se mostró preocupado por este segundo punto del temario y convocó a los jefes de los bloques opositores para que desistieran de tratarlo. Su argumento fue que el ministro de Economía, Luis Caputo, ya negociaba un canje de deuda que incluía los fondos adeudados por las provincias, por lo que los gobernadores deberían ser los primeros interesados en que no se rechazara el decreto.
Pero desde las bancadas opositoras no aceptaron la argumentación de Menem explicando que no buscaban prohibirle a Caputo renegociar la deuda sino, solamente, hacerlo en condiciones desventajosas. Con todo, Menem y los funcionarios del Ejecutivo trasladaron en las últimas horas las presiones a las provincias, asegurando que si se rechazaba el decreto se caerían todos los acuerdos que habían cerrado por la discusión del Presupuesto 2025. Habría varios mandatarios que habrían atendido las sugerencias, por lo que en la reunión de bloque de Unión por la Patria del lunes surgieron dudas acerca de si se mantendrían los votos para el DNU de canje de deuda. En caso de que se apruebe el rechazo, el interbloque de Unión por la Patria en el Senado, que preside José Mayans, avisaron que tratarán de avanzar con la derogación cuanto antes -incluso esta misma semana- dado que no necesitan que pasen por comisión.