Una de las pocas preguntas puntuales sobre el país que le hizo el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, al canciller Felipe Solá en su primera comunicación de días atrás fue si era cierto que China construiría una base militar en Tierra del Fuego. Solá le negó cualquier acuerdo en ese sentido. Este miércoles, pocos días después de esa conversación, llegó al país el jefe del Comando Sur, el almirante Craig Faller, quien tiene en su agenda justamente una visita a Ushuaia para interiorizarse sobre los planes en marcha para ese punto estratégico del Atlántico Sur con cercanía a la Antártida, donde la Armada argentina busca desde hace tiempo financiamiento para una nueva base que despierta interés en las principales potencias del mundo.
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Las versiones circulan desde hace tiempo, incluso trascienden a los gobiernos. El último rumor se disparó luego de la última conversación que mantuvieron Alberto Fernández con Xi Jinping, donde avanzaron en la idea de la incorporación argentina a la iniciativa de la Ruta de la Seda, una asociación que posibilita fuertes inversiones chinas en infraestructura. Eso encendió las alarmas del Departamento de Estado, atento a cualquier avanzada de la potencia asiática en la región, pero en especial en una zona que forma parte de la disputa geopolítica mundial dada la riqueza inexplorada de sus recursos naturales. La prueba de ello es la consulta directa de Blinken a Solá en su primera conversación.
La Armada tiene en Tierra del Fuego una base que quedó anticuada, por lo que desde hace una década tiene proyectada la construcción de una nueva, para lo que necesita un financiamiento de unos 400 millones de dólares. Ya cuenta con el terreno tanto para construir el puerto, como la base militar y un barrio de viviendas para el personal. A ese mismo proyecto, el gobernador fueguino Gustavo Melella quiere sumarle la posibilidad de utilizarlo como una gran base logística civil, que sirva para enviar personal y suministros a la Antártida, incluso ofrecer servicios turísticos. Melella se reunió con el embajador chino Zou Xiaoli para interesarlo en su propuesta. El gobernador plantea que ante el fortalecimiento británico en Malvinas y la avanzada de Chile en Punta Arenas, Argentina debe apresurarse y aprovechar las posibilidades estratégicas de Ushuaia.
Los planes
"La idea que siempre tuvimos es hacerla nosotros para usarla nosotros, no es algo que estemos pensando para que lo utilicen los demás. Obviamente, todo el mundo está interesado en saber qué ocurrirá allí. Es un lugar estratégico muy importante, sería la base marítima más austral del mundo, con posibilidad de monitorear todo lo que ocurre en el Atlántico Sur y cerca de la Antártida", explicaban en el Ministerio de Defensa sobre la iniciativa.
El Comando Sur es la unidad del Pentágono que se ocupa de velar por los intereses de Estados Unidos en la región. El almirante Faller llegó ayer al país, donde fue recibido por la encargada de negocios MaryKay Carlson, actualmente a cargo de la embajada norteamericana. Hoy se reunirá con el ministro de Defensa, Agustín Rossi, y donará tres unidades sanitarias móviles para la lucha contra la pandemia. Pero su interés militar estará puesto en su visita a Ushuaia, donde buscará comprobar qué es lo que está sucediendo allí con una recorrida por la actual base. En la confrontación mundial desatada en los últimos tiempos, Estados Unidos es particularmente receloso respecto a cualquier avanzada de China y Rusia en América, desde la generosa provisión de vacunas que han dispuesto para el combate a la Covid en los países de la región -la llamada "diplomacia de las vacunas"- como sus ambiciosos planes de inversiones, por lo general volcados a la explotación de recursos naturales.
"La verdad es que hasta ahora no recibimos ninguna propuesta concreta ni de China ni de Estados Unidos para financiar la base militar en Ushuaia. Nosotros tenemos políticas de colaboración militar con China y con Estados Unidos, también con Rusia y con la Unión Europea, pero eso no significa que resignemos nuestros intereses. Queremos hacer la base en ese lugar geopolítico estratégico para el uso de la Armada argentina, no para que lo utilice otra armada. Eso no forma parte de nuestro análisis", afirmaban en Defensa.