El exsecretario de Finanzas de Mauricio Macri, Santiago Bausili, fue citado a prestar declaración indagatoria, acusado de "negociaciones incompatibles con la función pública". Se le imputa estar a los dos lados del mostrador durante la negociación de la deuda y el pago a los “holdouts”. El juez Sebastián Casanello convocó a quien fuera el N°2 de Luis Caputo en Finanzas para el 9 de diciembre. Fue clave un trabajo de la gestión actual de la Oficina Anticorrupción (OA). Respecto a Caputo, otro de los acusados en esta causa, el magistrado decidió profundizar la pesquisa antes de tomar una decisión: le pidió a la Fiscalía Anticorrupción que analice su situación.
Tal como publicó El Destape en julio pasado, un informe de la OA complicó a Bausili y expuso el evidente conflicto de interés que tenía cuando participó de la designación del Deutsche Bank como agente colocador de deuda. El entonces funcionario estaba estrechamente vinculado al banco. Había sido empleado hasta que asumió en el gobierno y tenía bonos de la entidad. Se tendría que haber excusado pero hay constancias de su intervención.
La decisión de Casanello se produjo luego de una acumulación en su juzgado de dos causas que tenían a Bausili por protagonista, del pedido de indagatoria que había hecho el fiscal Federico Delgado y de una serie de trabajos que realizó la OA encabezada por Félix Crous.
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El caso que tramita en el juzgado de Casanello acumula diversas denuncias y tuvo un punto de inflexión cuando se acumuló una denuncia contra quien fuera el N°2 de Caputo que tramitaba en el juzgado a cargo de Claudio Bonadío. Justamente, Bonadío había sobreseído a Bausili, decisión que en febrero de este año fue revocada por la Cámara Federal porteña. Es que las pruebas en su contra, tal como se desprende de una serie de trabajos de la OA, son abrumadoras.
En el marco del expediente que tiene Casanello, el fiscal Delgado venía pidiendo la indagatoria de Bausili y también de Caputo con insistencia. En un dictamen del 17 de junio pasado, por ejemplo, Delgado sostuvo que “los datos objetivos de la causa revelan la presencia de un conflicto de intereses o negociaciones incompatibles en las que incurrieron Santiago Bausili y Luis Andrés Caputo, porque como funcionarios públicos dividieron su lealtad entre los intereses públicos y privados”. “Los hechos reconstruidos en este expediente revelan que los antecedentes de los nombrados incidieron en las decisiones que adoptaron como funcionarios públicos y que debieron estar guiadas por el interés de la sociedad, pero que terminaron beneficiando a sus ex empleadores”, añadió.
Previamente, Delgado había destacado “la relevancia del informe ahora remitido por la OA donde se analizaron y revelaron conflictos de intereses por parte de Santiago Bausili. Si bien es cierto que esa circunstancia no puede asimilarse a los delitos ni implican necesariamente su comisión, su existencia en el caso resulta reveladora y nutre de elementos objetivos al pedido de indagatoria solicitado por la fiscalía”, indicó.
El minucioso trabajo de la OA, de junio de este año, expuso el evidente conflicto de interés que tuvo Bausili.
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De acuerdo a la Ley de Ética Pública, los funcionarios deben abstenerse de intervenir respecto a cuestiones relacionadas “con las personas o asuntos a los cuales estuvieron vinculados en los últimos tres años” y con “las empresas en las que tienen participación societaria”. Según se desprende del trabajo de la OA, Bausili ingresó a la función pública el 26 de enero de 2016 pero se desvinculó del Deutsche Bank cinco días más tarde. Es decir, asumió siendo parte del banco.
La relación de la mano derecha de Caputo con esa entidad bancaria “antes, durante y después de la colocación de los bonos de la deuda pública, tiene su correlato en diversas denuncias e investigaciones obrantes en la Oficina Anticorrupción”, se remarcó en el informe de la OA. “Sin embargo, su situación recién fue resuelta a escasos dos meses de abandonar su cargo, y luego de un trámite zigzagueante respecto al grado de incumplimiento de la ley de ética pública”, se añadió y describió cómo Laura Alonso hizo la vista gorda sobre este asunto durante su gestión.
Bausili fue uno de los funcionarios macristas que estuvo a cargo de la negociación y pago a los Fondos Buitres. Tuvo la particularidad de asumir en la función pública siendo parte del Deutsche Bank, unas de las entidades bancarias que intervinieron en ese proceso. “Bausili gestionó asuntos sumamente sensibles para los intereses de la Nación, enormemente onerosos para las arcas públicas y significativamente importantes para la confianza en las Instituciones (que deriva de una gestión íntegra y transparente), sin que se resolviera de manera oportuna sobre la legalidad en la intervención del funcionario y su consecuente impacto en la validez de los actos. Cuando, finalmente, se resolvió determinando la violación a la ley de ética pública, Bausili estaba en sus últimos días de gestión pública”, se lee en el documento que elaboró la OA a pedido de Casanello. El conflicto de interés no es un delito en sí mismo, pero es la puerta para la “negociación incompatible”, que es la razón por la que se citó a Bausili a indagatoria.
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Las pruebas que comprometen al exfuncionario macrista no son pocas. Por ejemplo, formalizado como funcionario, Bausili se reunió con representantes del Deutsche Bank. De acuerdo al informe de la OA, “debió abstenerse de mantener esas reuniones”. “Se entiende que esas reuniones estuvieron dirigidas a tratar los temas del arreglo de la deuda externa de nuestro país y sobre todo la intervención del ‘Deutsche Bank’ como banco colocador de la misma. Además, a través del expediente en el que se declaró que no debió intervenir, se decidió la designación de ese banco en ese proceso de reestructuración de la deuda. A partir de esa intervención, esa institución bancaria recibió importantes ganancias”, remarcó Delgado.
El ex N° 2 de Caputo también participó como funcionario público de la contratación de Deutsche Bank como agente colocador de la deuda y a la vez “continuó cobrando dividendos por sus trabajos en ese banco de manera simultánea”. “Santiago Bausili infringió la ley de ética pública, pero además mantuvo una relación económica con la entidad bancaria, lo cual desde la perspectiva de nuestro análisis robustece la hipótesis de la fiscalía”, sostuvieron los investigadores.
Luego del mentado informe de junio se produjo una nueva presentación de la OA ante el juzgado de Casanello. Allí se destacó que “en cuanto al uso de ‘información privilegiada’ (secreta, confidencial, reservada) para usos no autorizados por parte del licenciado Santiago Bausili, se hallaron indicios circunstanciales de hechos consistentes con tal hipótesis, aunque no pruebas concluyentes al respecto”. Desde la OA señalaron que “la eventual producción de material probatorio para obtener información conclusiva al respecto, podría exceder las competencias” de la Oficina pero que es “posible que la misma se recoja en el marco de la pesquisa judicial que se lleva adelante”.
Es que “como resultado de la profundización realizada (por la OA), se hallaron nuevos asuntos particularmente relacionados con Deutsche Bank donde el licenciado Bausili intervino pese a tener vedada su participación por imperio del artículo 15 inciso b) de la Ley Nº 25.188 incurriendo en un conflicto de interés según lo dispone esta norma sobre ética pública”.