Un informe reciente de la Oficina Anticorrupción (OA), elaborado en el marco de una causa judicial, expuso el escandaloso rol que tuvo ese organismo durante el macrismo cuando estuvo al mando de Laura Alonso.
Se trata de un documento en el que se analiza la actuación del exministro de Finanzas, Luis Caputo, y su segundo, Santiago Bausili, en la negociación de la deuda y el pago a los “holdouts” a la luz de ley de Ética Pública y sus inversiones financieras posteriores. Tal como se desprende del trabajo hubo: una demora de años en el tratamiento del tema, lo que se tradujo en impunidad; una resolución “lavada” para intentar salvar a un funcionario; y una renuncia de quien había confeccionado la resolución “más dura” que luego pasó a ser letra muerta. Como corolario, nunca se acercó el material a la Justicia, que lo requería. La nueva gestión de la OA retomó el caso tras un pedido judicial y con su presentación complicó la situación de los exfuncionarios que son investigados por “negociación incompatible con la función pública”, tal como publicó El Destape.
Bausili, como mano derecha de Caputo, fue uno de los funcionarios macristas que estuvo a cargo de la negociación y pago a los Fondos Buitres. Tuvo la particularidad de asumir en la función pública siendo parte del Deutsche Bank, unas de las entidades bancarias que intervinieron en ese proceso. “Bausili gestionó asuntos sumamente sensibles para los intereses de la Nación, enormemente onerosos para las arcas públicas y significativamente importantes para la confianza en las Instituciones (que deriva de una gestión íntegra y transparente), sin que se resolviera de manera oportuna sobre la legalidad en la intervención del funcionario y su consecuente impacto en la validez de los actos. Cuando, finalmente, se resolvió determinando la violación a la ley de ética pública, Bausili estaba en sus últimos días de gestión pública”, se lee en el documento que elaboró la OA a pedido del juez Sebastián Casanello.
Si bien el pago a los holdouts se empezó a negociar apenas asumió Macri, la resolución definitiva que emitió la OA macrista sobre el evidente conflicto de interés en que estaba envuelto Bausili –mano derecha de Caputo- “recién se dictó el 16 de octubre del año próximo pasado, días antes de las elecciones generales”. Es decir, el caso fue resuelto “a escasos dos meses de abandonar su cargo, y luego de un trámite zigzagueante respecto al grado de incumplimiento de la ley de ética pública”, se indica en el trabajo que la OA, ahora bajo la gestión del fiscal Félix Crous, entregó a la Justicia.
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Mirar para otro lado
El juzgado a cargo de Casanello está investigando a Caputo, Bausili y Mario Quintana por posibles negociaciones incompatibles con la función pública en la negociación y pago de una parte de la deuda externa y en inversiones posteriores que llevaron adelante los exfuncionarios. Se trata de una causa que se inició en 2016. En ese marco, el magistrado requirió información a la Oficina Anticorrupción. Lo hizo con la anterior gestión y lo repitió con la actual ya que no había obtenido respuestas. A esta altura no sorprende cómo actuó el organismo bajo la administración de Laura Alonso.
“No obra en la Oficina Anticorrupción un expediente en donde se analice en forma integral la participación de los ex funcionarios Bausili, Caputo y Quintana en la negociación, coordinación y pagos efectuados a los ‘holdouts’” y “en el denominado ‘Megacanje II’” a la luz de la ley de ética pública, aclaró la nueva gestión de la OA. Las actuaciones obrantes “analizan el actuar de los nombrados por separado y sólo en el caso de Bausili vinculado directamente a lo requerido por el juzgado”, señalaron, lo que evidencia la forma en que la anterior gestión abordó el tema.
En lo que hace al segundo de Caputo, el 1º de noviembre de 2019 la gestión de Laura Alonso no tuvo más remedio que reconocer el conflicto de interés en una nota que se iba a remitir Casanello. Era un análisis “lavado” sobre el conflicto en que estaba inmerso Bausili porque “intervino en actuaciones vinculadas a su ex empleador Deutsche Bank”. Esa resolución nunca llegó a los tribunales durante el gobierno de Macri. La notificación quedó “sin tramitar en la mesa de entradas de la Oficina Anticorrupción”.
Respecto a Caputo, “a pesar de estar anoticiada la Oficina de la existencia de una causa penal, así como de la publicación de diversas notas periodísticas sobre el asunto, no hay actuaciones donde se analice específicamente un posible conflicto de interés en la operación de reestructuración y canje de bonos. Existen sí otros expedientes administrativos con diverso grado de progresión, sobre cuestiones relacionadas a casos de conflictos de interés”, le respondió la gestión de Crous a Casanello.
El obsceno caso Bausili
“La relación del licenciado Bausili con el Deutsche Bank antes, durante y después de la colocación de los bonos de la deuda pública, tiene su correlato en diversas denuncias e investigaciones obrantes en la Oficina Anticorrupción”, se describió en el informe que se acercó a Casanello. Ya el decreto en que Macri lo nombra Subsecretario de Financiamiento fue objeto de investigación “por ser anterior al cese del vínculo de este con Deutsche Bank”. “Luego el ex funcionario también fue denunciado por continuar recibiendo emolumentos de parte de la entidad bancaria y finalmente por participar en el canje de deuda donde se contrató al Deutsche Bank para la colocación de bonos”, se indicó en el trabajo de la OA. “Sin embargo, su situación recién fue resuelta a escasos dos meses de abandonar su cargo”, se remarcó y expuso el rol que cumplió Laura Alonso en ese proceso.
El caso Bausili en la OA derivó en dos resoluciones en tiempos de Alonso: “una proyectada y la otra firmada, que difieren significativamente. La primera en el tiempo señala más violaciones a la ley de ética pública que la segunda”, se destacó en el informe.
¿Qué surge respecto al número 2 de Caputo en la OA?
- El decreto que lo nombra como subsecretario de financiamiento lo hace a partir del 26 de enero de 2016 pero su desvinculación del Deutsche Bank se produjo el 31 de enero de 2016. Es decir, asumió formando parte del banco.
-De acuerdo a la Ley de Ética Pública, los funcionarios deben abstenerse de intervenir respecto a cuestiones relacionadas “con las personas o asuntos a los cuales estuvieron vinculados en los últimos tres años” y con “las empresas en las que tienen participación societaria”. Pero Bausili, ya como funcionario, se reunió con representantes del Deutsche Bank. También intercambió correos electrónicos con representantes de ese banco. A través de esos mails el “Deutsche Bank recolectó información (datos de contacto y de cuentas bancarias) de los diferentes bonistas con los que habían alcanzado un acuerdo”, consta en el trabajo de la OA.
-La mano derecha de Caputo participó como funcionario público de la contratación de Deutsche Bank como agente colocador de la deuda y a la vez continuó cobrando dividendos por sus trabajos en ese banco de manera simultánea. “Se trataron de acciones y sumas de dinero que según lo manifiesta el propio Bausili quedaban pendientes de pago por sus labores en Deutsche Bank; pero que no fueron formalizados en su acuerdo de Seclo, ni tampoco en (el) acta notarial que acredita haberlo desvinculado al 31 de enero de 2016”, remarcó la OA.
-Como corolario, “adquirió bonos de la deuda soberana, mientras la función pública que desempeñaba era de aquellas cuyas decisiones políticas podían influir en el valor de los títulos públicos. Del mismo modo, estaba en mejor posición de contar con información privilegiada para decidir sobre su cartera y mejorar el beneficio económico personal”.
Durante los años en que Bausili fue funcionario, la OA tramitó investigaciones sobre los hechos señalados pero no emitió ninguna resolución hasta el 16 de octubre del año pasado.
Cambio y renuncia
Antes de aquella resolución, “el trámite se dirigía hacia una decisión más rigurosa respecto a la interpretación y alcance de la ley de ética pública”. De hecho, “se produjo un proyecto de resolución, firmado por la entonces Secretaria de Ética e Integridad, la licenciada Mora Kantor junto con la titular de la Oficina, quien determinó una amplia violación a la ley de ética pública por parte de Santiago Bausili”. Kantor, “pocos días después renunció a su cargo”. Esto coincidió con una nueva resolución sobre la mano derecha de Caputo mucho más “light”.
El proyecto más duro de resolución fue remitido a la Dirección de Asuntos Jurídicos del Ministerio de Justicia para un examen de legalidad. Mientras se encontraba bajo análisi, Bausili “se presentó espontáneamente en el expediente (¿alguien le avisó?) para aportar una versión distinta respecto a su fecha de su desvinculación laboral con el Deustche Bank” que no se refleja en los documentos. “Sin mayores precisiones, y ya sin Kantor en el cargo, Bausili logró torcer el criterio de Laura Alonso al respecto”, se relató en el informe que se acercó a la Justicia. Tras ese episodio se emitió una resolución más “suave”, la misma que nunca se giró a la Justicia por un “error involuntario”.
Tras el reciente informe de la OA, la situación del 2 de Caputo se complicó. El fiscal federal a cargo de la causa, Federico Delgado, considera que hay suficientes elementos para llamar a Bausili a indagatoria por negociaciones incompatibles con la función pública. Así lo hizo saber el 17 de junio pasado, tras analizar el informe de la OA al que definió como “revelador”. También pidió nuevamente la indagatoria de Caputo y Mario Quintana, tal como publicó este medio.