El presidente Alberto Fernández eligió China como destino de su último viaje al exterior de su gestión. Lo eligió a solo días de unas elecciones 2023 con resultado incierto y con los dos principales candidatos opositores anunciando -o amenazando- con dar un golpe de timón en la política exterior que, de concretarse, afectaría directamente a los dos mayores socios comerciales: China y Brasil. Desde la comitiva que lo acompaña evitan entrar en las especulaciones electorales y, en cambio, proponen mirar para adelante y concentrarse en los dos objetivos del viaje: entrar al banco de desarrollo de los Brics y conseguir préstamos en condiciones mucho más favorables a los del FMI y otros organismos de crédito bajo la órbita de Estados Unidos y ampliar las inversiones directas de empresas chinas para infraestructura y energía, principalmente.
Alberto dio el primer paso para conseguir el primer objetivo esta mañana cuando se reunió con la titular del banco, la brasileña Dilma Rousseff, en Shanghai, y espera lo segundo mañana miércoles en la reunión bilateral con su par chino, Xi Jinping, en el marco del Tercer Foro de la Franja y la Ruta, en Beijing. "Todo en este viaje estuvo orientado a conseguir inversiones para crear empleos y ampliar la oferta exportadora de Argentina", explicaron desde la comitiva a El Destape, mientras el presidente era recibido por su par chino en el Gran Palacio del Pueblo, en el costado oeste de la famosa plaza Tiananmen.
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Por qué el banco de los Brics atrae al Gobierno
Cuando en agosto pasado, los cinco miembros de los Brics -China, Rusia, Brasil, India y Sudáfrica- invitaron a Argentina y otros cinco países a sumarse al bloque de potencias regionales, en el Gobierno lo leyeron como un apoyo político internacional importante en un mundo cada vez más multipolar, pero también como un guiño para otra aspiración nacional: sumar al Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) , el brazo financiero de los Brics, a la caja de herramientas del Estado argentino para, por un lado, salir de la asfixia de divisas actual y, por otro, desarrollar la matriz económica.
Dos meses después del anuncio de los Brics, Alberto presentó la carta oficial en las oficinas del NDB en Shanghai para pedir el ingreso. Ahora Rousseff debe someterlo a consideración en la próxima reunión del directorio del banco -donde a los cincos miembros de los Brics se sumaron en 2021 Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Bangladesh, aunque con menor porcentaje de voto- y, cuando lo aprueben, empezarán las negociaciones técnicas entre los técnicos de la institución y los del Ministerio de Economía argentino para definir cuál es el aporte de capital que deberá hacer el país (hace dos años, los nuevos miembros no aportaron todos lo mismo), cuál será el cronograma de pago y, lo que es más importante, cuándo Argentina será elegible podrá comenzar a recibir créditos.
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El proceso puede ser rápido, como sucedió con los tres nuevos miembros, o más lento, como es el caso de Uruguay, que fue aceptado para abrir negociaciones en 2021, pero aún sigue sin concretarlo.
Por ahora, en el Gobierno se sienten optimistas. El clima de la reunión de este martes en el NDB fue "muy bueno", en parte también, agregaron, "por la relación personal" que existe con la ex presidenta brasileña Rousseff. Sin embargo, no fue un encuentro bilateral, estuvieron también los representantes de los otros cuatro miembros de los Brics. Según la comitiva argentina, el escenario electoral argentina no fue un tema de la agenda. Tampoco en los encuentros de los días anteriores con directivos de empresas con grandes proyectos u operaciones comerciales en Argentina.
Para el Gobierno, el NDB representa una fuente de divisas políticamente mucho más atractiva que el FMI, el BM o cualquiera de los organismos de crédito internacionales creados en la posguerra bajo el liderazgo de Estados Unidos. Primero, "no tiene condiciones políticas" y, segundo, el banco empezará a priorizar créditos en "monedas locales", en línea con la estrategia de desdolarización de China, algo que a Argentina le serviría ya que varios de los miembros se encuentran entre sus principales socios comerciales.
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Además, aunque el NDB fue creado para financiar proyectos de infraestructura y de desarrollo, desde el Gobierno destacaron que "ya hay conversaciones avanzadas dentro de los Brics para financiar la liquidez de Estados en dificultades". Aquí también parece haber un giro político del bloque. En agosto, no solo invitó a una Argentina que transita una difícil crisis económica, sino también a un Egipto muy endeudado y que rechaza los pedidos de devaluación del FMI, un Irán asfixiado económicamente por las sanciones estadounidenses y un Etiopía frente al desafío de renegociar su acuerdo con el Fondo, además de las dos potencias energéticas, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos.
Otro punto que atrajo al Gobierno es que los créditos del NDB están orientados a países de ingresos medios, como la Argentina, mientras que "en la actualidad, hay poco financiamiento internacional y el que hay está mayormente dirigido -y con razón- a los países de ingresos medios-bajos o bajos", explicaron a este portal.
Dilma, una relación especial
Al salir de la reunión con Alberto, Rousseff declaró: "Es una gran alegría recibir al presidente de Argentina, Alberto Fernández, en la sede del banco en Shanghai. Él presentó el pedido de ingreso de Argentina al banco, lo que será examinado por el Consejo de Administración". Fuentes que estuvieron presentes de la reunión describieron a una Rousseff que no escondió su buen vínculo con Fernández. Compartieron historias pasadas, recordaron cuando Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva cancelaron las deudas de ambos países con el FMI y hasta conversaron sobre el escenario de integración en América Latina.
Según las fuentes, Dilma -quien también fue ministra de Energía en los primeros años del primer Gobierno de Lula- preguntó por Vaca Muerta y concluyó que Argentina tendrá el año próximo "energía disponible y a un precio competitivo" para exportar.
La sintonía fue tan buena que, al finalizar el encuentro, los dos se alejaron un poco del resto de los funcionarios del banco y hasta la delegación argentina para hablar unos minutos a solas.
La agenda con Xi
Sin dudas, la foto más esperada de este último viaje presidencial es la de la bilateral con el presidente chino. Llegará este miércoles a la tarde (madrugada de Argentina), una vez que termine el Tercer Foro de la Franja y la Ruta, en el que además los dos mandatarios darán discursos y luego compartirán un panel -junto al chileno Gabriel Boric- sobre tecnologías digitales.
El Gobierno tiene básicamente dos expectativas para mañana. Por un lado, ratificar el rumbo tomado en 2022, cuando el país se sumó a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la política de integración comercial y política más ambiciosa de China en el mundo, y aceleró la alianza con Beijing. Y por otro lado, volver al país con el compromiso expreso de futuras inversiones en infraestructura y energía, principalmente.
Estos dos objetivos se cristalizan, según explicaron en el Gobierno, en el listado de obras que habilitó el ingreso a la Iniciativa de la Franja y la Ruta y que actualmente discute el grupo de trabajo bilateral, encabezado desde el lado argentino por Economía y el BCRA. Las prioridades en estos proyectos son energía, ferrocarriles y rutas, y el próximo paso es comenzar las negociaciones directas con las empresas chinas interesadas en invertir.
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Además de negociar con directivos de siete empresas en Shanghai, varias de las cuales "están conversando la posibilidad de financiamiento para agregar valor a la explotación de litio" en el país, según explicaron desde la comitiva, este miércoles el Gobierno espera renovar por cinco años un mecanismo del Gobierno chino en el que se enmarcan varios proyectos energéticos, como las represas Néstor Kirchner y Jorge Cepernic en Santa Cruz.
De hecho, el mismo día la delegación presidencial tendrá una reunión con China Gezhouba Group, la empresa a cargo de los proyectos de las represas santacruceñas. Fuentes oficiales señalan que si bien restan varias semanas para la aprobación del desembolso, "el proceso avanza bien".
Por último y dada la presencia en la comitiva del titular del Banco Central, Miguel Ángel Pesce, no se descarta que se formalice la activación del segundo tramo del swap de yuanes. En medio de esa expectativa, Pesce tendrá también una reunión bilateral con su par chino durante la tarde.