La Confederación General del Trabajo (CGT) concretará este lunes su tercer paro nacional en la gestión de Mauricio Macri en rechazo a las políticas del Gobierno, con lo cual no funcionarán la mayoría de las actividades y servicios del país, incluyendo escuelas, dependencias públicas, transporte y comercios.
La medida de fuerza no será sólo de los sindicatos que integran la entidad de la calle Azopardo, sino que además incluye a los gremios de la CTA de los Trabajadores, de la CTA Autónoma, y a los que están alineados con partidos de izquierda, sectores que tras reclamar durante bastante tiempo a la CGT que convoque a un paro general, adhirieron a la huelga.
Si bien la idea de la CGT fue la de un paro sin movilización con las típicas imágenes del centro de la Ciudad de Buenos Aires con sus calles vacías, las agrupaciones trotskistas desafiaron esa postura ya que realizarán durante la jornada de la huelga movilizaciones con actos en el Obelisco.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
También harán cortes de calles en Panamericana y 197, en el Puente Pueyrredón, en el Acceso Oeste frente al Hospital Posadas y en la General Paz frente al INTI, entre otros lugares,.
A raíz de la huelga, no habrá servicio de colectivos, trenes, subtes, taxis, ni vuelos, mientras que también estará afectada la atención en bancos y en dependencias públicas, tampoco habrá clases en las escuelas y se da por descontado que muchos comercios y fábricas no abrirán sus persianas.
Con distintos énfasis de acuerdo al dirigente que tome la palabra, la entidad de la calle Azopardo viene manifestando su rechazo a las políticas económicas del Gobierno, en especial el aumento de tarifas de servicios públicos y el acuerdo con el FMI.
También reclaman la reapertura de paritarias luego de que varios gremios cerraran por el 15% de aumento, una pauta que ya quedó muy retrasada ante las nuevas previsiones de inflación que se ubican por arriba del 25%.
El miembro del triunvirato de la central Juan Carlos Schmid anticipó días atrás que el paro general de este lunes será "el más contundente de los últimos años", y lamentó que "el Gobierno no quiere reconocer que su programa económico ha fracasado en todas las líneas".
La huelga general de la CGT se llevará a cabo luego de fracasaran negociaciones con el oficialismo, que no estuvo dispuesto a cumplir con una lista de cinco reclamos de la central, que incluía suspensión de despidos durante seis meses, desestimar los puntos más conflictivos de la reforma laboral y la eliminación de Ganancias al medio aguinaldo de julio.
La medida llega también tras un delicado equilibrio que debió transitar la central obrera, que está dividida sectores más propensos al diálogo con el Gobierno ("gordos" e "independientes") y otros más intransigentes (con Pablo Moyano a la cabeza).
Aún se desconoce cómo seguirá el diálogo entre la CGT y la Casa Rosada una vez cumplida la huelga, en tanto que el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, criticó el paro días atrás al afirmar que "no sirve para nada porque no arregla los problemas de los argentinos".
Otro camino que también la CGT deberá terminar de desandar luego del paro será la elección de autoridades, cuyo cronograma establece que el 22 de agosto será consagrada la nueva conducción que reemplazará al triunvirato, aunque previamente los distintos sectores deberán limar asperezas para evitar un enfrentamiento entre los dialoguistas y los "duros".