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Tarquino estaba ubicado en Rodríguez Peña al 1900, a metros de la lujosa avenida Alvear. En este emprendimiento, el socio de Liporace y Quintana era Alejandro Bengolea, nieto de Amalita Fortabat, ya fallecido. El cierre se debió a que se había agotado la relación entre el chef y la viuda de Bengolea.
Según publicó el diario clarín en la edición impresa de hoy, "ante la caída del turismo de lujo, la viuda de Bengolea decidió cerrarlo". Liporace confirmó en su cuenta de Facebook el cierre, pero no avaló esa afirmación.
"Después de 6 años, cierra Tarquino. Un proyecto que abrí con dos amigos donde compartíamos una idea y concepto hotelero/gastronómico, hubo cambios en la sociedad -por distintos motivos – y ya los conceptos dejaron de compartirse y mi idea de gastronomía no es compatible con la idea de lo socios actuales", justificó.
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Además, agregó: "Tarquino fue mi casa, lo amé, mucho, pero al final ya no podía sentir lo mismo y para un chef eso es fundamental. Ya estoy trabajando en mi nuevo proyecto, que será 100 x 100 Dante Liporace".
Liporace se convirtió este año además en el responsable de la cocina de la Casa Rosada, donde el precio del menú pasó de 3 a 25 pesos. "Encima estamos gastando menos guita, porque ahorramos, tenemos una conciencia en las compras. Antes se compraba a mansalva, se cortaba fiambre como para tres mil sánguches por día y salían 600", dijo el chef a La Política Online.
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