La vicepresidenta Kamala Harris visitará el viernes la frontera entre Estados Unidos y México por primera vez en su campaña presidencial para 2024, mientras su rival republicano Donald Trump redobla el mensaje de que los inmigrantes suponen un peligro para Estados Unidos.
La demócrata Harris visitará Douglas, Arizona, una localidad fronteriza de menos de 17.000 habitantes, con un mensaje sacado del libro de jugadas de Trump, con la esperanza de vender a los votantes estadounidenses las formas en que ella puede mejorar el statu quo.
"Ella ha creído durante mucho tiempo que necesitamos un sistema de inmigración que sea seguro, justo, ordenado y humano, un marcado contraste con la política divisiva y peligrosa de Donald Trump", dijo un asesor de campaña de Harris. Harris planea discutir los propuestas para el "plan de seguridad fronteriza bipartidista más duro en una generación".
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Unos 7 millones de migrantes han sido detenidos cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México bajo el mandato de Harris y del presidente Joe Biden, según datos del Gobierno, una cifra récord que ha alimentado las críticas de Trump.
Esos cruces fronterizos se han reducido drásticamente desde que Biden anunció una prohibición de asilo a principios de este año.
Trump y su compañero de fórmula JD Vance han aumentado sus críticas a los inmigrantes en las últimas semanas, repitiendo falsedades sobre inmigrantes haitianos legales en Ohio y sugiriendo que los inmigrantes estaban cometiendo delitos y quedándose con puestos de trabajo.
La inmigración es uno de los principales temas para los votantes. Arizona es un estado muy disputado, con una alta población de votantes latinos a los que aspiran ambos partidos. Y la frontera sur del país sigue siendo un importante punto de tráfico de fentanilo, una de las principales causas de sobredosis por drogas en Estados Unidos.
El viernes, Trump culpó a Harris de la creciente tendencia de la migración irregular.
"La arquitecta de esta destrucción es Kamala Harris", dijo Trump en la Torre Trump. "Ella sigue hablando de cómo supuestamente quiere arreglar la frontera. Nos limitaríamos a preguntar, ¿por qué no lo hizo en cuatro años? Es una pregunta muy sencilla".
Un amplio proyecto de ley de seguridad fronteriza que llevó meses negociar fue bloqueado por el Senado estadounidense en febrero, después de que Trump presionó a los republicanos para que rechazaran cualquier acuerdo.
Una encuesta de Reuters/Ipsos del mes pasado encontró que el 43% de los votantes favorecía a Trump en el tema de la inmigración y el 33% favorecía a Harris, mientras que el 24% no sabía, elegía a otra persona o se negaba a responder.
Harris fue fiscal general de California antes de ser elegida senadora de Estados Unidos y luego vicepresidenta. Su mandato en California incluía la lucha contra las bandas que operan a ambos lados de la frontera y trafican con drogas, armas y personas.
Biden también encargó a Harris que abordara las causas profundas de la emigración desde Centroamérica, una cuestión diplomática en la que su historial es dispar.
La emigración de América Latina, el Caribe y Asia a Estados Unidos ha creado malestar entre los votantes preocupados por lo que esta tendencia significa para la economía, los índices de delincuencia y la cultura estadounidenses. La proporción de residentes estadounidenses nacidos en el extranjero aumentó en casi una quinta parte, a 47,8 millones, entre 2010 y 2023, según la Oficina del Censo de Estados Unidos.
Con información de Reuters
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