Argentina es una de las naciones que más dólares vio salir de su economía en la primera década del siglo XXI al haber llegado a los U$S 14.110 millones según cifras de la organización Integridad Financiera Global (GFI, por sus siglas en inglés). El monto sacado del sistema formal tuvo picos en 2008 durante el conflicto del campo y en 2011, cuando volvió a tener una tendencia alcista como respuesta al cepo cambiario.
El país se ubica en el puesto 50 de un ranking de 145 países de acuerdo al detallado estudio del GFI "Flujo de capitales ilícito desde países en vías de desarrollo", que abarca las operaciones entre 2003 y 2012. En esa década salieron del registro unos U$S 1.411 milllones en promedio por año.
Las múltiples formas de fugar van desde guardar billetes debajo del colchón, en una caja fuerte o incluso transferencias virtuales hacia paraísos fiscales. Como los métodos, las razones también son amplias e incluyen resguardar ahorros, evadir impuestos y hasta financiar actividades ilícitas. El impacto sobre la economía es que al desaparecer del circuito formal estos dólares le sacan fortaleza a las reservas del Banco Central, que se beneficia de una tasa de encaje elevada para los depósitos bancarios en dólares.
Luego de más de un año de sacudones políticos, se fugaron en 2003 U$S 1.428 millones. La cifra se redujo a la mitad en 2004, con una disparada en 2008 con el conflicto con el campo y el comienzo de la crisis internacional, que la aumentó hasta los U$S 3.283 millones. La fuga bajó al año siguiente y se mantuvo estable hasta 2011.
El cepo cambiario no logró reducir la cantidad, sino que por el contrario, esta medida de octubre de 2011 fogoneó la salida de divisas del país. Es que la restricción corre para la compra de billetes en bancos y agencias de cambio, pero no para las transacciones por la Bolsa porteña, que todos los días lanzan fugan capitales al exterior a través del "contado con liqui" y a cuentas dentro del país (pero que luego terminan en cajas fuertes) con el dólar bolsa.
Otros grandes jugadores de la City acudieron a bancos internacionales para que les trasladen el dinero a cuentas en destinos con secreto bancario, como el renombrado HSBC. Ricardo Echegaray, a cargo de la AFIP, detalló recientemente que el gobierno nacional supone que las bóvedas de argentinos en la filial suiza de aquella entidad bancaria acumulan más de U$S 3.500 millones.
En la actualidad, la apertura de una ventanilla acotada para la adquisición de billetes norteamericanos en el mercado formal significó una reducción del tamaño y de la cotización del segmento blue, lugar al que se volcaron muchos pequeños ahorristas. De hecho, quienes pueden acceder al dólar ahorro han aumentado significativamente sus compras y superaron los récords en los últimos tres meses de manera consecutiva. En marzo se alcanzó el máximo interanual de los U$S 485 millones.