El payaso Piñón Fijo publicó una carta al Presidente que vendrá en 50 años. En la misiva, le pidió que se concentre en que "los sueños no se diluyan", para lo cual aconsejó no permitir que los poderes obliguen al futuro mandatario "a tomar decisiones desprolijas", las cuales serán "lapidarias en las realidades" de los más vulnerables.
"Un payaso que cantó durante su niñez". Así cerró Piñón su carta a un Presidente del futuro. En la misma, publicada en redes sociales, dijo: "Cuando sienta que la desigualdad abruma, por las decisiones difíciles, por los egoísmos parciales, trate de ser humano. De mirarse al espejo, buscar y rebuscar dónde está el bien común. No permita que los poderes lo obliguen a tomar decisiones desprolijas en los papeles y lapidarias en las realidades".
El animador infantil se explicó sobre este punto: "Cuando digo realidades, me refiero a las cotidianas, a las vulnerables, a las infancias y ancianidades, por ejemplo. Usted me podrá decir que está contemplado eso, contalo cual subsidio, cual aumento de lo que perciben. Y seguramente lo agradecerán pero lo que le pido es más faraónico, más pretencioso. Le pido que usted trabaje para crear una situación donde los sueños no se diluyan, no se pierdan".
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Para llevar a tierra el mensaje, Piñón hizo un paralelismo: "Yo fui fruto de un sueño, usted seguramente lo es". Pero, remarcó, los sueños son de todos los argentinos: "En cada crisis de nuestro país, existieron sueños que nacieron despiertos, atentos, alertas. Esos sueños que no se asomaron ni a ser sueños, fueron una derrota para todos".
Incluso, sostuvo "quizá, entre esos sueños que no fueron" se perdieron "glorias, soluciones, conquistas, aprendizajes intransferibles e irrecuperables". Por eso, remarcó "que no es igual una sociedad que resuelve situaciones básicas con calidad y otra que lo haga con solidaridad y posibilidades más o menos parecidas entre sus integrantes".
El payaso, deseó que "esta carta haya sido sólo una nómina de problemas que ya pasaron de moda, que se resolvieron y que son casi una antigüedad" pero, si no lo fuera, que el próximo mandatario, hoy un niño o todavía sin nacer, la tome como un faro para no cometer los mismos errores.