Algunas líneas de colectivos comenzaron a funcionar minutos antes de las 7 y en las calles porteñas se podían ver las unidades de las líneas 39, 59, 63, 100 y 102, entre otras. Ocurre que la Unión Tranviaria Automotor (UTA) terminó las asambleas pasadas las 6:30, antes de lo anunciado, por lo que las empresas de transporte urbano operaron más rápidamente con normalidad.
La medida de fuerza de los gremios del transporte se cumplió de forma total en subtes, colectivos , trenes y aviones en reclamo de un bono de fin de año y una modificación de las escalas del Impuesto a las Ganancias. Y si bien fue en un horario en el que no se moviliza el grueso de los argentinos, en la Ciudad se pudo observar en diferentes barrios un mayor caudal de autos. Por esta situación, y a causa del apagón, que dejó a unos 270 semáfaros sin servicio, el tránsito fue un caos alrededor de las 10 de la mañana en varias arterias porteñas.
En el caso de los subtes, el servicio comenzó a funcionar de manera lenta y progresiva, después del paro del transporte que realizó, de 4 a 7. A las 7.35 funcionaban las líneas A, D, E y H. La B y La C recién cerca de las 10 abrieron sus puertas y la línea D a esa hora andaba con recorrido limitado a causa del corte energético.
A su vez, el secretario de la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), Juan Pablo Brey, y el líder de la Unión del Personal Superior Aerocomercial (UPSA), Rubén Fernández, informaron que las asambleas en Aeroparque y Ezeiza terminaron recién a las 8 de la mañana.
La asamblea más importante la realizaron desde las 5:15 y las empresas Aerolíneas Argentinas y LAN comenzaron a volar recién después de las 10, cuando los trabajadores de todos los sectores de las terminales aeroportuarias retornaron a sus puestos.