Alrededor de 700 mil personas se reunieron en el parque Samanes, en Guayaquil para recibir al Papa Francisco. En la primera misa campal de su gira por Sudamérica, desde el Papamóvil Francisco bendijo a la multitud, que estaba dividida en 30 bloques, mientras que ellos cantaban, sonreían y agitaban banderas.
"La familia constituye la 'gran riqueza social', que otras instituciones no pueden sustituir, que debe ser ayudada y potenciada, para no perder nunca el justo sentido de los servicios que la sociedad presta a los ciudadanos", sostuvo el Papa.
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"En efecto, estos no son una forma de limosna, sino una verdadera deuda social respecto a la institución familiar, que tanto aporta al bien común de todos", agregó.
Y ante la euforia de los fieles, Francisco les hizo un pedido. "Antes de irme, les doy la bendición. No les voy a cobrar nada, pero les pido por favor que recen por mí, ¿me lo prometen?".
Al llegar a Quito, Ecuador el Papa ya había convocado al diálogo y pedido compasión por los débiles. En su gira, Francisco recorrerá los países más pequeños y pobres de Sudamérica.
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