El 19 de diciembre de 2001 está grabado en la memoria de todos los argentinos. Ese día, el ex presidente Fernando De la Rua decretaba estado de sitio a través de un DNU (Decreto de Necesidad y Urgencia), inaugurando un nuevo capítulo funesto en la historia contemporánea. Domingo Cavallo, el temido "Corralito", los saqueos en las calles y en los mercados, y un saldo de 39 personas muertas en manos de las fuerzas represivas. Por estos días de crisis por el brote de coronavirus en Argentina, el término suena fuerte en diarios y comunicadores opositores que tildan así a la medida del Presidente, declarar la cuarentena obligatoria para detener el esparcimiento del virus letal, generando más pánico social. En medio de un oleaje de desinformación, claves para diferenciar cuarentena obligatoria de estado de sitio.
Para empezar con el abordaje es preciso definir conceptos. Hablamos de estado de sitio cuando nos referimos al régimen de excepción impuesto por el Poder Ejecutivo, por el cual se suspenden las garantías constitucionales y se les da a las Fuerzas Armadas facultades habilitantes para la represión. En cambio, en una cuarentena no se suspenden las garantías constitucionales y las Fuerzas Armadas no tienen un rol represivo, sino que pueden tener un rol de control. Algo que en este momento está implementando el Ministerio del Interior con los controles policiales en rutas.
Una cuarentena total implicaría la prohibición de circular en vehículos particulares, el cierre de todos los establecimientos comerciales con la excepción de aquellos de primera necesidad, y mayores controles en las calles afín de generar conciencia y cuidar que los ciudadanos no circulen a menos que sea de vital importancia. Además, se prevé que espacios de primera necesidad permanezcan en funcionamiento para que los ciudadanos puedan abastecerse. Farmacias, supermercados y hospitales no entran en la modalidad de cierre.
Las medidas que ya entró en vigencia buscan desalentar el tránsito de gente y priorizar el cuidado de los ciudadanos ante el Covid-19, que al día de hoy cuenta con 128 infectados y 3 fallecidos. "No son vacaciones", es el mensaje que se difunde en todas las áreas del Gobierno, ahuyentando a los "vivos" que intentan "hacer una escapada" en medio de una situación crítica.
Hoy, la cuarentena obligatoria se muestra como una opción inteligente ante el avance de una pandemia inquieta e impredecible. La violación de las restricciones impuestas sí derivan en delitos en el marco de la contención del coronavirus, pero sin el accionar de las Fuerzas Armadas como un detonante represor.