Alerta productiva: con apertura, mayores costos y sin cepo podrían perderse más de 20.000 pymes en 2025

Diferentes fuentes del sector aseguran que urge “revertir la caída de la inversión y en restaurar el consumo privado”. Sin estos elementos, el riesgo principal es “prolongar la recesión”.

11 de enero, 2025 | 00.05

Los primeros días del año marcaron el inicio de una nueva temporada del cierre de fábricas, suspensiones y mayor flexibilidad laboral, que ya se ganaron terreno en 2024. Mientras 150 trabajadores de una histórica empresa recibieron telegramas de despidos y aviso de que solo se les pagará el 50 por ciento de la indemnización correspondiente y, en otra firma, unos 70 operarios fueron desvinculados por WhatsApp; el impacto del programa económico del gobierno de Javier Milei en el sector privado genera cada vez más alarma: en 2025 podrían perderse unas 25.000 pymes y 300.000 puestos de trabajo si se mantiene, sin cambios, la política actual.

“La falta de dinamismo en la inversión, sumada a un consumo interno debilitado, ha limitado la capacidad de reacción del aparato productivo”, señalaron fuentes del sector que recordaron que ya el año pasado se perdieron al menos 9.900 empresas y 217.000 puestos de trabajo registrados. El estancamiento en la cantidad de empresas en Argentina es tal que “hay unas 12 empresas cada 1000 habitantes, mientras que en otros países la ratio es hasta seis veces más alto”, indicó otro informe de la actividad. 

Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.

SUSCRIBITE A EL DESTAPE

 

Así las cosas, la industria manufacturera permanece con signo negativo, con niveles de capacidad instalada muy por debajo del promedio histórico y caídas en distintos sectores, con especial impacto en la producción textil, la construcción y los productos minerales no metálicos. De continuar en esta senda, no solo afectaría la continuidad de las empresas y los empleos, sino que pondría en jaque a las economías regionales y los diferentes eslabones vinculados a cada producción. 

Cada vez menos empresas

El Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) que elabora el INDEC sigue en terreno negativo ya que en noviembre de 2024 si bien evidenció una caída menos pronunciada que en meses anteriores, dio cuenta de una contracción del 1,7% en comparación con un año atrás, acumulando un retroceso del 10,7% frente a 2023. De esta manera la mayoría de los sectores productivos no han llegado aún a recuperarse afectados, en gran medida, por la crisis del mercado interno dada la caída del consumo en todos los meses del año. 

En ese sentido, en Argentina se registran actualmente 551.000 empresas activas, esto es 12,1 empresas por cada 1.000 habitantes, “se trata de una baja densidad empresarial, ya que los datos están muy lejos de, por ejemplo, la Unión Europa (72,3), España (72,7) o México (40,4)”, indicó un informe reciente presentado por el Observatorio PyME. De acuerdo con el espacio identificado con la Unión Industrial Argentina, “hay un estancamiento en la cantidad de empresas, que desde hace 20 años oscila entre las 500.000 y 600.000 debido a una baja tasa de natalidad”. 

Sobre el último tiempo, indicaron que “desde la salida de la pandemia se había iniciado un proceso de recuperación del stock de empresas que se frenó en 2024”. En detalle, se pasó de 522.876 en el primer trimestre de 2022 a 556.986 a fines del 2023, una suba de 6,5% (34.110 empresas). Los resultados se explican “por una tasa de natalidad (0,9% trimestral) mayor a la tasa de cierres (0,8% trimestral)” en tanto que, por sectores, la variación positiva se vio tanto en la industria como en software y servicios informáticos, otros servicios a la producción (incluido comercio mayorista) y en el resto.

A diferencia, entre 2023-2024, el stock de empresas pasó de 556.986 a 550.845 en el tercer trimestre, una caída del 1,1%, En términos de sectores de actividad, “la tasa de natalidad neta fue negativa en la industria (-0,2% trimestral), en los servicios a la producción y comercio mayorista (-0,2%) y en el resto de las actividades (-0,2%). En cambio, se sostuvo positiva en software y servicios informáticos (0,2%)”, puntualizaron. 

Lo sucedido en 2024 tiene continuación en los primeros días de este año y apunta casos como los despidos masivos en el frigorífico Euro en Villa Gobernador Gálvez así como en la firma Dass en Coronel Suárez, el cierre de la planta de Dánica en Lavallol, que se agregan a la baja de persianas de fines del año pasado en Dow Argentina, única planta de única planta de producción de poliuretano del país, sumados a las suspensiones, retiros voluntarios o despidos en las textiles Textilcom y AlpaCladd, en Granja Tres Arroyos, Pepsico, Acindar, Ferrum, y en automotrices como General Motors, entre algunos de los casos resonantes. 

“En el último año se perdieron 217.000 trabajos registrados y 9.923 empresas”, graficaron con preocupación desde el Observatorio de Industriales Pymes Argentinos (IPA).  Según entienden “las empresas enfrentan altos costos, financiamiento limitado y una demanda interna deprimida, lo que afecta directamente la generación de empleo formal y la capacidad de recuperación del sector productivo”.

Los datos de actividad económica difundidos en diciembre ratifican que la economía argentina atraviesa un ciclo recesivo, donde la caída de la inversión y el consumo actúan como anclas limitando cualquier posibilidad de recuperación. “Si bien el sector externo ofrece algunos datos alentadores a través del crecimiento de las exportaciones, su efecto es insuficiente para compensar el deterioro de la demanda interna”, analizaron los industriales. 

Entre los sectores más afectados mencionaron a “los servicios y la producción de bienes, en particular el sector de manufacturas industriales experimentó una caída del 3,5% en la cantidad de trabajadores formales”. En relación, “el uso de la capacidad instalada en la industria alcanzó apenas 63,2%, lo que refleja que el aparato productivo continúa operando muy por debajo de su potencial”. Por ejemplo, las industrias metálicas básicas, que en 2023 se posicionaban como líderes con un 84,5% de utilización de capacidad instalada, cayeron drásticamente al 68,9%, perdiendo 15,6 puntos porcentuales interanuales. 

Respecto de las medidas económicas adoptadas por el gobierno de Javier Milei, los empresarios pymes alertaron puntualmente que “el tipo de cambio real multilateral (TCRM) del peso experimentó una apreciación del 40%. Esta apreciación se enmarca dentro de un esquema cambiario de cepo y ajustes mensuales controlados que generó un tipo de cambio más bajo de lo habitual en términos reales. Sin embargo, a pesar de esta aparente fortaleza, ha caído a niveles mínimos desde 2015, lo que afectó la competitividad de las exportaciones argentinas, encareciendo los productos para los mercados internacionales”, indicaron desde IPA. 

Pocas expectativas para 2025

Sobre las proyecciones para este año, los industriales mantienen cautela respecto de la recuperación de la actividad a la vez que aseguran que “el desafío radica en revertir la caída de la inversión, un componente esencial para el crecimiento a largo plazo, y en restaurar el consumo privado, que requiere estabilidad macroeconómica y un alivio en el poder adquisitivo de los hogares”. Sin estos elementos, alertan que el riesgo principal es “prolongar la recesión”. 

Respecto de un cambio de tendencia en el corto plazo, desde el Observatorio IPA consideraron que “la industria no parece estar en condiciones de revertir las pérdidas acumuladas en 2024”. El desafío inmediato “es revertir las caídas sectoriales, incentivando políticas que recuperen la demanda interna, impulsen la construcción y reactiven actividades clave como el automotriz. Sin estos motores, la capacidad instalada continuará subutilizada y el camino hacia la recuperación será lento y desparejo”, agregaron. 

Mientras el presidente Milei aseguró esta semana que si consigue un préstamo por 11.000 millones de dólares del FMI o fondos de inversión extranjeros avanzará en el levantamiento del cepo durante el 2025 y disminuirá el ritmo de devaluación del tipo de cambio oficial al 1% mensual en caso de que en diciembre se repita una inflación del 2,5%, los industriales argentinos advierten que dichas medidas podrían generar “el cierre de 25.000 Pymes, debido a la falta de competitividad, y la pérdida de 300.000 puestos durante 2025”, con sectores como textil, calzado, bienes de capital, metalúrgicas, en la cuerda floja. 

Finalmente advirtieron sobre “la incertidumbre para el futuro cercano, especialmente si la política cambiaria no se ajusta para mejorar la competitividad frente a socios comerciales clave como Brasil, cuya moneda se devaluó en el mismo período”.