Carlos Cruz llegó a ser uno de los líderes pandilleros de los grupos más grandes y violentos de la ciudad de México. Pero la muerte de un compañero a manos del crimen organizado lo conmovió y decidió comenzar a trabajar en iniciativas contra la violencia. Hoy, es el líder de la organización Cauce Ciudadano, y logró acercarse al Papa Francisco y a los entornos del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para contribuir a los procesos de pacificación en todo el territorio mexicano.
En México han asesinados miles de personas en estos últimos años, esto incluye políticos, periodistas, sacerdotes, estudiantes y mujeres. AMLO fue electo presidente por amplia mayoría, ¿podrán jugar un rol los movimientos sociales en el nuevo gobierno?
Los movimientos sociales juegan un rol muy importante, particularmente los que están ligados a los familiares de víctimas de la delincuencia organizada, los movimientos de desaparecidos, entre otros. También aquellos movimientos que piden un salario más justo, el movimiento sindical independiente, el movimiento urbano popular. Ellos pueden ser el contrapeso que necesita un gobierno que ha ganado todo, y que podamos ver un ejercicio de alteridad permanente que permita que el gobierno que entrará en funciones el 1 de diciembre no se equivoque. Entonces los movimientos sociales son de suma importancia para todo el movimiento de transformación del país, principalmente en los temas de justicia y seguridad. Algo importante es terminar con la política de picaportes, que lleva a muchas organizaciones de la sociedad civil a pensar que porque tienen el teléfono del actual presidente ya pueden hacer y deshacer, sin consultar, o sin construir acuerdos con la ciudadanía y con la base social.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
¿Por qué han asesinado tantos sacerdotes en México? ¿Qué rol juega la Iglesia como institución y los diferentes clérigos en su relación con los sectores sociales más vulnerables?
Muchos sacerdotes empezaron a involucrarse en la ayuda a las familias que están buscando a sus desaparecidos, en la prevención social de la violencia, en atender a los grupos más vulnerables. Pero también atender los problemas de la pobreza y de agresión a los pueblos originarios, en momentos en que diversas industrias, como la minería, pretende despojarlos de sus tierras y de sus bienes. Muchos sacerdotes y monjas se han visto involucrados en la defensa de estos pueblos y grupos vulnerabilizados y a partir de ahí es que han recibido agresiones, e incluso han sido asesinados. Por eso en un momento ecuménico es importante definir un proceso de bienestar para todos y todas.
Estuviste hablando con el Papa Francisco, ¿por qué? ¿para qué? El Papa puede jugar un rol para pacificar el país? ¿Cómo sería?
La reunión con el Papa versó en dos cosas. La primera en poderle entregar dos documentos sobre el proceso de pacificación de México. Uno se llama sistema nacional de desmovilización, que le generó más interés, y está derivado de un trabajo que se hizo con adolescentes y jóvenes involucrados en el crimen organizado. Y el otro es el documento sobre “México es posible”, una plataforma de personas trabajando y pensando cuál puede ser el mejor escenario de aquí a 2030 para México. Y por último le compartimos al Papa la necesidad de México de construir un proceso de pacificación, que tendría que ser observado, seguido y acompañado por parte del Vaticano y en particular por parte del Papa Francisco. En este sentido, la calidad moral del Papa puede implicar un cumplimiento de todos los acuerdos tendientes a la pacificación ya que la intención del nuevo gobierno es la construcción de un nuevo modelo de justicia transicional. Esto es fundamental dadi que los procesos de la justicia tradicional no han logrado transformar el conflicto. Tenemos que pasar a la transformación positiva del conflicto.
En más de una oportunidad has dicho: “éramos una bola de criminales que nos transformamos en educadores populares”. ¿Cómo fue tu proceso personal, el de Cauce Ciudadano y qué expectativas tenés con AMLO cuando asuma la presidencia?
Después de estar involucrado en la delincuencia, pensamos por un lado que la pedagogía del crimen es una de las que mejor enseña. Entonces sacamos la violencia y el crimen y nos quedamos con el método de enseñanza. Nos dimos cuenta que ese método tiene mucho que ver con la educación popular de la reflexión. Ahí nos dimos cuenta que podíamos ser pedagogos para ayudar a construir un mejor futuro para las nuevas generaciones en México. Por otro lado, entendimos que lo que nos ha sucedido a nosotros tiene una memoria corporal, mental, emocional. Y ésta tiene que ser transformada y sobre todo revalorada en términos de que no nos vuelva a pasar. Y a partir de ahí poder contribuir a los procesos de pacificación en México en sus barrios y comunidades. Y cerrarle el paso a los grupos mafiosos, no solos armados, sino también nos referimos a los grupos políticos y empresariales que se dedican a las actividades criminales. Porque México es mucho más que las mafias que se combinan entre el poder político, económico y criminal. Mis expectativas respecto del gobierno de López Obrador son altas en términos de que ha propuestos un sistema de justicia transicional. No podemos seguir haciendo lo mismo. La fórmula de la guerra contra el narcotráfico no tuvo buenos resultados. Es una buena señal que el delito de corrupción política no alcance fianza y que le corresponda la cárcel, lo mismo que los delitos electorales.