El dirigente de centro izquierda Andrés López Obrador asumió la presidencia de México en una ceremonia que se realizó en la sede de la Cámara de Diputados. El mandatario se comprometió a terminar con la corrupción neoliberal, a generar una transformación pacífica y acabar con la impunidad.
"A partir de ahora se llevará a cabo una transformación pacífica y ordenada, pero al mismo tiempo profunda y radical, porque se acabará con la corrupción y la impunidad que impiden el renacimiento de México", sostuvo.
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El líder del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de 65 años recibió de manos del diputado Porfirio Muñoz Ledo la banda presidencial que le entregó el mandatario saliente, Enrique Peña Nieto.
"Nada ha dañado más a México que la deshonestidad de sus gobernantes", afirmó y completó:"la privatización ha sido sinónimo de corrupción".
"El poder político y económico se han nutrido mutuamente y se ha implantado como modus operandi el robo de los bienes del pueblo y de la nación", aseguró.
"Esta nueva etapa la vamos a llevar a cabo sin perseguir a nadie, porque no apostamos al circo ni a la figuración", afirmó López Obrador, quien recibió el respaldo de Cristina Kirchner tras ganar las elecciones en México.
López Obrador pidió poner "punto y final" a los casos de corrupción pública y no perseguir a los funcionarios de administraciones anteriores, para no meter al país en "una dinámica de fractura, conflicto y confrontación".
En un conmovedor momento, López Obrador fue interrumpido por los legisladores de Morena, quienes gritaron la cuenta del 1 al 43, para recordar a los estudiantes de la escuela de Ayotzinapa desaparecidos en 2014 en el sur del país.