Habitantes del suroeste de México fueron evacuados el sábado de sus casas debido al impacto de John, un huracán que azotó la costa del Pacífico durante una semana y provocó inundaciones y mortales deslizamientos de tierra que dejaron al menos 22 personas fallecidas.
Guerrero, el estado más afectado y uno de los más pobres del país, registró 18 muertos según medios locales, muchos de ellos debido a deslizamientos que arrasaron casas, mientras que el sureño Oaxaca registró tres víctimas más y un niño murió en un río en Michoacán.
John se fortaleció rápidamente y se convirtió en un huracán el lunes antes de azotar Guerrero. Se disipó y luego volvió a formarse en alta mar y durante el resto de la semana rozó la costa norte, provocando lluvias torrenciales e inundaciones.
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El viernes empezó a disiparse y ya no se considera una tormenta activa.
La gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, compartió imágenes en su cuenta de X de personal de emergencia en la turística Acapulco en operaciones de rescate en barco, moto acuática y helicóptero y residentes caminando por caminos inundados con agua hasta la cintura.
Salgado dijo que el acceso al aeropuerto se había restablecido el sábado por la mañana.
Los residentes con niños pequeños que fueron evacuados de los vecindarios inundados en botes y tablas de surf pedían apoyo a las autoridades mientras la ciudad aún se recuperaba de una devastadora tormenta de 2023.
En octubre pasado, el huracán Otis azotó Acapulco como una tormenta de categoría 5 que se intensificó rápidamente frente a la costa, dejando más de 50 personas muertas y miles de millones de dólares en daños.
Sin embargo, las precipitaciones de John casi triplicaron las generadas por Otis.
"Ha sido muchísima el agua que ha caído", dijo la vecina Jazmín Barrera a UnoTV. "Hasta el día de hoy no hemos visto el sol, entonces sí ha sido más, creo que más devastadora".
Se pronosticaban fuertes lluvias y tormentas eléctricas en Guerrero y partes de Oaxaca durante el sábado, pero las autoridades en Acapulco dijeron que el agua de la inundación estaba empezando a retroceder.
"Están instalados albergues, cocinas y se distribuyen despensas. Afortunadamente ya está bajando el agua y continuará la ayuda a los damnificados", dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en X.
Los meteorólogos dicen que las temperaturas oceánicas más cálidas dan más combustible a los huracanes, permitiéndoles fortalecerse más rápido y dejando a las comunidades costeras menos tiempo para prepararse.
Con información de Reuters