Más de 40 científicos del clima instan a los ministros nórdicos a evitar que el calentamiento global provoque un cambio importante en una corriente del océano Atlántico, lo que podría desencadenar cambios bruscos en los patrones meteorológicos y dañar los ecosistemas.
Según los científicos, el colapso de la Circulación Meridional del Atlántico, un sistema de corrientes oceánicas que transporta agua cálida hacia el Atlántico Norte y proporciona a Europa su clima templado, podría poner en peligro las condiciones de vida de la población de la región ártica y de otras zonas.
"Un cambio así en la circulación oceánica tendría repercusiones devastadoras e irreversibles, especialmente para los países nórdicos, pero también para otras partes del mundo", afirmaron los científicos en una carta enviada el sábado al Consejo Nórdico de Ministros, formado por cinco países, entre ellos Dinamarca y Suecia, y tres territorios autónomos.
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La carta insta al Consejo a tomar medidas que podrían implicar la exigencia de recortes globales de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Varios estudios han sugerido que se ha subestimado mucho el riesgo de que cambie la corriente del Atlántico, según los científicos, que añaden que existe una seria posibilidad de que se supere el punto de inflexión en las próximas décadas.
"Si Gran Bretaña e Irlanda se convirtieran en el norte de Noruega, las consecuencias serían tremendas. Nuestra conclusión es que no se trata de una probabilidad baja", dijo el profesor Peter Ditlevsen de la Universidad de Copenhague, firmante de la carta. "No es algo a lo que uno se adapte fácilmente".
Un colapso del sistema de corrientes oceánicas aumentaría el enfriamiento del hemisferio norte, elevaría el nivel del mar en el Atlántico, reduciría las precipitaciones en Europa y Norteamérica y desplazaría los monzones en Sudamérica y África, según la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Las subvenciones mundiales a los combustibles fósiles alcanzaron la cifra récord de 7 billones de dólares en 2022, según el Fondo Monetario Internacional.
Tales subsidios demuestran que no hay un esfuerzo creíble para prevenir tal desastre climático, dijo el profesor Stefan Rahmstorf, del Instituto Potsdam de Investigación del Impacto Climático de Alemania.
Con información de Reuters