El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, "no tomó una decisión aún" sobre un eventual embargo de gas y petróleo rusos como represalia por la invasión de Ucrania, aunque sí está dispuesto, según acordó hoy con países aliados, a seguir aumentando los costos a Moscú.
La vocera de la Casa Blanca, Jen Psaki, dio cuenta de que Biden no definió todavía qué hacer con el gas y el petróleo ruso, una cuestión que el mandatario analizó en una charla con los gobernantes de Alemania, Francia y Reino Unido.
"Tenemos capacidades y posibilidades diferentes", explicó Psaki, en una referencia a que Alemania es muy dependiente del gas ruso y, en cambio, Estados Unidos importar una cantidad baja de crudo.
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Psaki también destacó que el Gobierno del demócrata Biden está tomando todas las medidas necesarias para limitar los precios en las estaciones de servicio, ante la suba en los valores de la nafta y otros derivados.
La sola mención de la chance de sanciones en este terreno llevó al viceprimer ministro y ministro de Energía de Rusia a advertir que el petróleo aumentaría a 300 dólares por barril, de los 140 que ronda actualmente -casi un récord histórico-, si se prohibieran las importaciones en Europa.
Está absolutamente claro que el rechazo del petróleo ruso tendría consecuencias catastróficas para el mercado global, dijo Alexander Novak en un video que difundió la TV estatal rusa.
La cuestión fue parte de la conversación que tuvieron hoy Biden, el presidente Emmanuel Macron, el canciller federal Olaf Scholz y el primer ministro Boris Johnson, que sí "afirmaron su determinación a seguir aumentando los costos para Rusia por la invasión de Ucrania, no provocada e injustificada", según un comunicado de la Casa Blanca.
Hasta acá, los aliados occidentales armaron un frente único para sancionar a Rusia, pero las chances de embargo a las importaciones de petróleo y gas parecen exhibir las primeras diferencias.
En paralelo al comunicado de la Casa Blanca hubo otro de Berlín, pero que no menciona sanciones y se centra en la preocupación por la ayuda humanitaria a las zonas asediadas, reportó la agencia de noticias alemana DPA.
El Congreso estadounidense aportó al respecto una medida extra: líderes del Senado y la Cámara de Representantes de los dos principales partidos acordaron aprobar una ley que permitiría imponer un embargo de petróleo.
"Hemos acordado una vía legislativa para prohibir la importación de productos de energía desde Rusia y suspender las relaciones comerciales normales con Rusia y Bielorrusia", explicaron los congresistas Kevin Brady, Richard Neal, Mike Crapo y Ron Wyden, según recoge el periódico estadounidense The Hill.
La iniciativa habilitaría además a Biden a imponer aranceles adicionales a ambos países y exhorta al Gobierno a "utilizar la voz e influencia de Estados Unidos para expulsar a Rusia de la Organización Mundial del Comercio (OMC)".
Del otro lado, el alemán Scholz dijo que las importaciones de energía rusa eran "esenciales" para los europeos, y advirtió que prohibir la importación de petróleo y gas ruso como parte de las sanciones occidentales podría poner en peligro la seguridad energética del continente.
Además de advertir sobre las "consecuencias catastróficas" en caso de un embargo occidental sobre el petróleo, el vicepremier ruso Novak dejó en claro que Moscú podría cortar el suministro de gas natural a Alemania a través del gasoducto Nord Stream 1 en respuesta "recíproca" a las sanciones.
Novak aclaró, no obstante, que no se tomó todavía ninguna decisión sobre el gasoducto, que funciona "a plena capacidad".
Mientras crece ese debate, se reafirma que parece definitivamente muerta la posibilidad de decretar una zona de exclusión aérea un reclamo repetido de Ucrania- en los cielos ucranianos para los aviones de Rusia.
Hoy fue la embajadora de Estados Unidos ante la OTAN, Julianne Smith, la que dejó en claro que la alianza militar "no está dispuesta" a imponer esa medida.
Nuestro objetivo en estos momentos es detener la guerra. No queremos extender este conflicto más allá de Ucrania y por eso ahora la señal colectiva de la OTAN es que la alianza no está dispuesta a imponer una zona de exclusión aérea", explicó Smith en declaraciones a la cadena CNN.
En cambio, los países del bloque sí gestionan el "envío de apoyo letal a Ucrania" mientras "evalúan sus necesidades de seguridad en tiempo real".
"Vamos a defender cada pulgada de territorio de la OTAN. La OTAN está dispuesta a reforzar su flanco oriental y ya lo está haciendo", añadió la diplomática.
Además, Smith afirmó que Rusia no tiene la superioridad aérea en Ucrania, "una mala noticia para el presidente (Vladimir) Putin", y remarcó que las tropas invasoras "no han tomado Kiev en los primeros días como tenían previsto.
Con información de Télam