Reino Unido, Canadá y España, aliados de Estados Unidos y de Ucrania, reafirmaron hoy su postura en contra de las bombas de racimo tras el anuncio de la Casa Blanca de enviar este tipo de armamento a Kiev en el marco de la guerra con Rusia.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, afirmó que su país "desanima" a utilizar las bombas de racimo y recordó que el Reino Unido es uno de los más de 100 firmantes de la convención de 2008 que prohíbe su uso, producción y transferencia.
"Vamos a seguir haciendo nuestra parte para apoyar a Ucrania contra la invasión ilegal y no provocada de Rusia, pero lo hemos hecho aportando vehículos de combate pesados y más recientemente armamento de largo alcance y esperamos que todos los países puedan seguir apoyando a Ucrania", explicó.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Sunak tiene previsto reunirse este lunes en Londres con el presidente estadounidense, Joe Biden, quien defendió el envío de este armamento al afirmar que "esta es una guerra relacionada con las municiones" y Ucrania "se están quedando sin esa munición".
Por su parte, el Gobierno de Canadá condenó el uso de munición de racimo en la guerra de Ucrania en un comunicado en el que reivindica sus esfuerzos por prohibir el uso en conflictos armados de las minas antipersona, también vetadas por un tratado de 1997 firmado en Ottawa.
"Canadá abanderó la adopción de la Convención contra las Municiones de Racimo siguiendo el ejemplo sin precedentes del entonces ministro de Exteriores, Lloyd Axworthy, sobre el tratado de Ottawa para prohibir las minas antipersona", explicó el Gobierno canadiense en un comunicado, en el que se abstiene de repudiar de manera expresa la medida adoptada por Washington.
Más directas fueron las críticas de la ministra de Defensa de España, Margarita Robles, al comunicar que su país "no comparte" y se posiciona "en contra" de la decisión de Estados Unidos.
"España, desde el compromiso firme que tiene con Ucrania, tiene también un compromiso firme en que determinadas armas y bombas no se pueden entregar en ningún caso", aseveró, en declaraciones a los medios de comunicación en un acto del PSOE en Madrid.
Preguntada por el cuestionado envío, que también choca con el posicionamiento de Naciones Unidas, la titular de Defensa subrayó la posición "clara y rotunda" de España en contra de esta acción.
Robles puntualizó que el envío de estas bombas es decisión de Estados Unidos y no de la OTAN y si bien insistió en el apoyo "total y absoluto" del Gobierno de España a Ucrania, defendió que en la "legítima defensa no se utiliza unas bombas como son las bombas de racimo".
"No a las bombas de racimo y sí a la legítima defensa de Ucrania que entendemos que no se realiza con las bombas de racimo", sentenció en declaraciones reproducidas por la agencia de noticias Europa Press.
Las bombas de racimo detonan en el aire y liberan cientos de submuniciones en un amplio radio de entre 200 y 400 metros.
Su riesgo también está vinculado a que algunas de estas minibombas no detonan y se quedan enterradas, con una tasa de fallo de entre 5% y 30%, por lo que gran número de víctimas colaterales son niños y niñas, que se ven atraídos a ellas por su forma llamativa de pelota de tenis.
Estados Unidos, Ucrania y Rusia no forman parte del tratado internacional que prohíbe el uso, producción y transferencia de este tipo de armamento "bajo cualquier circunstancia".
Con información de Télam