El gobernador demócrata de Virginia otorgó un indulto póstumo a siete hombres negros ejecutados en 1951 por la violación de una mujer blanca, después de una investigación y de procesos marcados por el racismo.
Ralph Northam anunció su decisión tras haberse reunido con descendientes de estos hombres afroestadounidenses conocidos como "los siete de Martinsville". Los indultos "no abordan su culpabilidad" pero "reconocen que no tuvieron derecho a una justicia imparcial", según un comunicado de su oficina.
Su color de piel "jugó un rol innegable en su identificación, en la investigación y en su condena" a la pena de muerte, especialmente porque fueron juzgados por jurados completamente blancos, indicó el decreto, según informó la agencia de noticias AFP.
"Aunque no podemos cambiar lo que pasó, espero que esta medida traiga un poco de paz", comentó el gobernador, partidario de reformas del sistema penal desde el comienzo de su mandato en 2018 y ha otorgado un número récord de 604 indultos.
El caso de Martinsville, en el sur de Virginia, se remonta a enero de 1949, cuando una mujer blanca de 32 años reportó haber sido violada por un grupo de hombres negros y la policía rápidamente concretó las siete detenciones y obtuvo confesiones firmadas.
Pero los siete hombres, interrogados sin abogado, dieron versiones diferentes de los hechos y muchos eran analfabetos e incapaces de leer sus confesiones.
Pese a manifestaciones a su favor incluso ante la Casa Blanca, fueron sometidos a la silla eléctrica en febrero de 1951.
En 1977 la Corte Suprema se manifestó en contra de imponer la pena capital en casos de violación.
Virginia abolió en marzo la pena de muerte, una decisión simbólica para este estado que posee el récord de ejecuciones en la historia estadounidense.
Con información de Télam