Londres busca calma en Irlanda de Norte tras triunfo electoral del partido antibritánico Sinn Féin

08 de mayo, 2022 | 12.32

Londres exhortó hoy a los líderes de Irlanda del Norte a cumplir con los acuerdos que pacificaron el territorio bajo control británico y formar un gobierno que dé estabilidad, luego de que el partido republicano Sinn Féin se convirtiera por primera vez en la principal fuerza local, por delante del partido rival que defiende la permanencia en el Reino Unido.

El Sinn Féin, brazo político de la disuelta guerrilla del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y favorable a la unificación con la República de Irlanda, fue el más votado en los comicios del Parlamento local, algo inédito en los 100 años desde que la isla de Irlanda se partió en un extenso país independiente en el sur y un pequeño territorio británico en el norte.

El partido republicano obtuvo 27 de los 90 escaños en la Asamblea de Irlanda del Norte, de Belfast, en las elecciones del jueves pasado, frente a los 25 del Partido Unionista Democrático (DUP), favorable a mantener los vínculos con la corona británica.

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El Partido de la Alianza, una formación liberal surgida en los años 70 como alternativa a los grandes bloques, quedó tercero con 17.

"Ante todo, lo que queremos es estabilidad", afirmó hoy el viceprimer ministro británico, Dominic Raab, a la cadena Sky News.

"Queremos que se forme un ejecutivo" y que "los partidos se unan para ofrecer estabilidad a la gente", agregó.

En tanto, el ministro para la provincia de Irlanda del Norte, Brandon Lewis, afirmó a la cadena pública BBC que era "un momento importante para demostrar que todos pueden trabajar juntos". Mañana deberá reunirse con los líderes de los partidos locales.

Ayer, la líder del Sinn Féin, Michelle O'Neill, aseguró que Irlanda del Norte inaugurará una "nueva era".

La victoria debe impulsar a O'Neill al puesto de jefa del gobierno local, en virtud del acuerdo firmado en 1998 que puso fin a la peor parte de décadas de violencia en Irlanda del Norte entre los partidarios de seguir siendo parte del Reino Unido, o unionistas, y los de unirse a Irlanda, o republicanos.

Aunque el acuerdo de paz del Viernes Santo también establece un reparto del poder entre unionistas y republicanos, el DUP ya advirtió de un posible bloqueo del futuro Ejecutivo.

Esto es porque los unionistas se oponen al llamado Protocolo de Irlanda del Norte, pautado entre Londres y la Unión Europea (UE) tras el Brexit, la salida del Reino Unido del bloque, que fue uno de los temas centrales en las elecciones norirlandesas.

Ese acuerdo busca evitar el regreso de una frontera dura, que se abolió con los acuerdos de 1998, entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, un país de la UE.

Para ello se estableció que el territorio del norte siga perteneciendo al mercado común europeo y que los controles aduaneros se establezcan entre las mercancías que se dirigen desde y hacia Gran Bretaña.

Esto generó una crisis de legitimidad al gobierno que comandaban, ya que elevó el costo de vida, con una inflación en aumento, y provocó una crisis del gas y la electricidad que se suman a los problemas de la falta de viviendas.

Para los monárquicos, esos controles amenazan la unidad del país, conformado por cuatro naciones, tres de ellas, Inglaterra, Escocia y País de Gales, situadas en la isla de Gran Bretaña y la otra en la de Irlanda.

Dublín y Washington también llamaron a los líderes norirlandeses a compartir el poder.

El Sinn Féin y el DUP tienen 24 semanas para encontrar un terreno común, si no llegase a ocurrir se deberán organizar nuevos comicios.

O'Neill, que centró su campaña en asuntos económicos y sociales, llamó a los unionistas a entablar un "debate sano" y estimó que la prioridad del nuevo Gobierno debe ser la lucha contra el fuerte alza del costo de la vida.

Con información de Télam