La justicia de Francia condenó hoy al excomandante rebelde Kunti Kamara a cadena perpetua por actos de barbarie y complicidad con crímenes de lesa humanidad durante la primera guerra civil en Liberia, informó la prensa francesa.
El proceso a Kamara, que comenzó el 10 de octubre pasado, fue el primero en Francia por crímenes contra la humanidad durante la guerra civil que dejó unos 250.000 muertos en Liberia entre 1989 y 2003.
Kamara, de 47 años, escuchó impasible la lectura del veredicto, que hizo lugar al pedido del fiscal, según la agencia de noticias AFP.
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El condenado fue declarado culpable de una serie de abusos contra civiles en 1993 y 1994, incluidas torturas, así como de haberse mantenido pasivo ante las repetidas violaciones de dos adolescentes por parte de soldados bajo su mando.
Detenido en París en septiembre de 2018, Kamara compareció bajo la jurisdicción universal ejercida, bajo ciertas condiciones, por Francia para juzgar los crímenes más graves cometidos fuera de su territorio.
Fue la primera vez que ese mecanismo se utilizó para juzgar actos cometidos en un país que no sea Ruanda.
Durante las tres semanas de juicio, los testigos describieron una larga serie de atrocidades, entre ellas personas asesinadas obligándolas a tragar agua hirviendo y comercio de carne humana.
La acusación afirmó que al menos a una de las víctimas Kamara le aplicó el tabé -método de tormento que consiste en atar los codos y las muñecas detrás de la espalda, en ocasiones hasta la muerte- y luego trozó su corazón y lo comió.
También fue acusado de haber tolerado deliberadamente la violación colectiva de dos mujeres jóvenes, una de las cuales se constituyó como parte querellante en el proceso.
El juicio fue consecuencia de la querella interpuesta en julio de 2018 por la asociación Civitas Máxima, que reunió testimonios de víctimas de tratos crueles durante la guerra civil en Liberia.
La investigación se centró en hechos supuestamente ocurridos en el condado de Lofa, en el noroeste del país africano, donde actuó el Movimiento de Liberación Unido por la Democracia en Liberia (Ulimo, en inglés).
Esa organización rebelde se enfrentó a la que respondía a Charles Taylor, quien está cumpliendo en el Reino Unido una condena a 50 años de prisión por crímenes contra la humanidad perpetrados en Sierra Leona.
Liberia nunca juzgó los crímenes ocurridos durante la guerra civil que se prolongó entre 1989 y 2003, y dejó alrededor de 250.000 muertos.
Con información de Télam