La Corte Suprema de Irán ordenó un nuevo juicio para un rapero kurdo al que se podría aplicar la pena de muerte por su participación en las protestas desatadas en septiembre tras la muerte de una mujer por llevar mal puesto el velo islámico, anunció hoy un tribunal.
Tras las protestas por la muerte el 16 de septiembre de la kurda iraní Mahsa Amini, 22 años, las autoridades de la república islámica, que denuncian "motines" detuvieron a miles de personas y condenaron a muerte a una decena.
"La apelación de dos acusados involucrados en los recientes disturbios contra el fallo del Tribunal revolucionario fue aceptada por la Corte Suprema", dijo la agencia de noticias del poder judicial Mizan Online, refiriéndose al rapero Saman Seydi, alias Saman Yasin, y a Mohammad Ghobadlou.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
Horas después, la agencia citó otra declaración de la Corte Suprema que decía que la apelación de Ghobadlou había sido rechazada y su condena se había confirmado.
Mizan Online no precisó cuáles fueron los fallos, pero dijo que ambos fueron acusados de delitos que implican la pena de muerte.
Ghobadlou fue acusado de "haber atacado a policías (...) provocando la muerte de uno de ellos". Saman Seydi, en tanto, de "moharebeh", que significa "guerra contra Dios", según Mizan Online.
Grupos de derechos humanos en el extranjero afirmaron que los dos iraníes fueron condenados a la pena capital y que Seydi fue acusado de disparar una pistola al aire tres veces durante una protesta.
A principios de esta semana, la Corte Suprema había ordenado un nuevo juicio para Mahan Sadrat, condenado a muerte por sacar un cuchillo durante las protestas, según la agencia de noticias oficial Irna.
Con información de Télam