Las protestas desencadenadas por la muerte de una joven detenida por la policía continuaron el domingo y ya llevan tres semanas en todo Irán, pese a la represión y las amenazas que lanzó el Gobierno. Un grupo defensor de los derechos humanos denunció que al menos 185 personas, incluidos niños, habían muerto por la represión y los disturbios.
Las protestas, que comenzaron el 17 de septiembre en el funeral de Mahsa Amini, de 22 años, en la ciudad kurda de Saqez, se convirtieron en el mayor desafío popular a la teocracia de la República Islámica en años. Aunque las manifestaciones no son las más grandes de las últimas décadas, muchos manifestantes ya piden la caída del líder supremo, el ayatolah Alí Jamenei.
"Al menos 185 personas han muerto, entre ellas al menos 19 niños, en las protestas en todo Irán. El mayor número de asesinatos ocurrió en la provincia de Sistán y Baluchistán, la mitad de la cifra registrada" oficialmente, denunció este fin de semana la organización Iran Human Rights, que tiene sede en Noruega, en un comunicado.
En cambio, las autoridades, que niegan que hayan usado munición letal, calificaron las protestas como un complot de los enemigos de Irán, incluido Estados Unidos, y acusaron a disidentes armados -entre otros- de la violencia, que, dicen, ha causado la muerte de al menos 20 miembros de las fuerzas de seguridad.
Los vídeos compartidos en las redes sociales en las últimas horas mostraron que las protestas continuaban en decenas de ciudades de Irán a primera hora del domingo, con cientos de estudiantes de secundaria y universitarios que se unieron, pese al uso de gases lacrimógenos, bastones y, en muchos casos, munición real por parte de las fuerzas de seguridad, según grupos de derechos humanos.
Un vídeo publicado en Twitter mostró a un hombre que gritaba "no pegues a mi mujer, está embarazada", mientras intentaba protegerla de una docena de policías antidisturbios que golpeaban a la pareja en la ciudad de Rafsanjan. Otros vídeos mostraron a manifestantes bloqueando algunas calles del sur de Teherán, la capital del país.
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Otros mensajes publicados en las redes sociales decían que las tiendas estaban cerradas en varias ciudades tras el llamado de los activistas a una huelga. Mucha de esta información no se pudo confirmar de manera independiente ya que la poca prensa extranjera que sigue presente en el país se encuentra limitada a la capital.
Hace tres semanas, Amini, que fue detenida en Teherán el 13 de septiembre por llevar un "atuendo inapropiado", murió tres días después en un hospital de Teherán. Un informe del forense estatal del sábado dijo que la joven había muerto debido a condiciones médicas preexistentes. Su padre, sin embargo, responsabilizó a la Policía de su muerte, y el abogado de la familia ha dicho que "médicos respetables" creen que fue golpeada mientras estaba detenida.
Con información de Reuters